Rafael Argullol
Rafael Argullol: Esto es lo que debemos acostumbrarnos a hacer: relativizar las denominaciones nativo y extranjero.
Delfín Agudelo: Esto implicaría, necesariamente, cambiar el concepto de ciudad y de patria. Imagino que será posible con las nuevas generaciones, que son las que han vivido desde corta edad este tipo de mezclas narrativas. Esperemos que sea así.
R.A.: En el nuevo paisaje en que vivimos, nadie vive eternamente en cien metros cuadrados, como pasaba antes. Creo que lo oportuno es ir acostumbrando a ser algo extranjeros en nuestra propia tierra, y algo nativos en otras tierras. Esto es el centro de la educación del futuro: educar en esta flexibilidad. De lo contrario, lo único que podemos esperar es una especie de grandes violencias internas en el seno de la megápolis. Educar en esta flexibilidad no es algo violento a la naturaleza humana, sino reflotar en la naturaleza humana ese carácter nómada interior. Esto es básico desde el punto de vista literario-artístico, incluso filosófico: tenemos que desembarazarnos de esa idea patriarcal de patria y de alguna manera buscar ser buscadores de patrias -sin despreciar el propio origen- pero ser buscadores de patrias. En eso consistirá la educación del futuro, en esa tensión entre el nativo y el extranjero, cada uno vistiéndose como el otro. Y no creo que haya nadie que pueda sustraerse de esto en el futuro, tal como se ha organizado el planeta tierra. Por eso creo que hay muchas cosas obsoletas pero que todavía reconocemos. Por ejemplo la identificación de literatura y lengua. Todavía ahora el tópico de que la lengua es la patria de una literatura es mayoritario; pero eso se quebrará. En esas megápolis van a convivir muchas lenguas, y eso no quiere decir que haya una literatura de esa determinada ciudad en la que coexistirán muchas lenguas. Se irá a una especie de nuevo helenismo de carácter universal, en el que convivirán distintas estructuras de tradición y de ideología, de religión y lengua, y esa convivencia es lo que llamaremos arte y literatura en el futuro.