Momentos literarios
V. S. Naipaul
Momentos literarios es una colección de ensayos sobre el placer de leer, el arte de la escritura y la identidad del escritor.
En estos once textos, reunidos por primera vez en un volumen, el Premio Nobel de Literatura V.S. Naipaul abarca cerca de más de medio siglo de investigación personal de los enigmas de la expresión escrita y, en particular, de la narrativa. El lector descubrirá reflexiones acerca de sus primeras lecturas de niño y sus primeros intentos de escribir durante la adolescencia; las primeras ilusiones y sus ideas acerca de la relación entre algunas formas literarias y ciertas culturas. En este volumen se incluye también el célebre ensayo sobre su putativo antepasado literario Joseph Conrad, y el prefacio, menos conocido y más enigmático, al único libro publicado por su padre. Finalmente, el lector encontrará su célebre discurso del Nobel, «Dos mundos», donde Naipaul reflexiona sobre el propósito de su carrera.
Con su habitual maestría expresiva y su pensamiento exquisito, Momentos literarios es una biografía intelectual del Premio Nobel de Literatura.
UNA VERSIÓN PERSONAL
No tengo ningún recuerdo. Es uno de los grandes defectos de mi intelecto, que no paro de darle vueltas a cualquier cosa que me interese, y a fuerza de examinarla mentalmente desde diferentes puntos de vista, al final veo algo nue vo y cambio por completo su aspecto. Extiendo el tubo de la lente y enfoco en todas direcciones, o lo repliego.
Stendhal, La vida de Henri Brûlard (1835)
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Tenía once años, no más, cuando me invadió el deseo de ser escritor, que poco después llegó a ser auténtica ambición. A edad tan temprana es un tanto inusual, pero no creo que tan raro. Según tengo entendido, hay muchos coleccionistas de libros o de cuadros que empiezan muy jóvenes, y hace poco, en India, Shyam Benegal, conocido director de cine, me contó que tenía cinco años cuando decidió que iba a ganarse la vida dirigiendo películas.
En mi caso, la ambición de ser escritor fue durante muchos años una especie de farsa. Me encantó que me regalaran un tintero de Waterman y cuadernos rayados (con márgenes), pero no sentía deseos ni necesidad de escribir nada, y no escribía nada, ni siquiera cartas; no había nadie a quien escribir. En el colegio no se me daban demasiado bien las redacciones en inglés, ni me inventaba historias para contarlas en casa. Y aunque me gustaban los libros como objetos, no leía gran cosa. Me gustaba una edición para niños de las fábulas de Esopo, barata y de gruesas páginas, que me habían regalado; también un libro de los cuentos de Andersen que me compré una vez con el dinero que me habían dado por mi cumpleaños. Pero con
otros libros -sobre todo los que supuestamente tenían que gustarnos a los chicos- tenía dificultades.