Ficha técnica
Título: Cuentos de amor victorianos | Varios Autores | Traducción: Marta Salís | Editorial: Alba | Colección: Minus | Páginas: 456 | Género: Cuentos | Encuadernación: Rústica | ISBN: 97884-906560622 | Precio: 14,00 euros
Cuentos de amor victorianos
Varios autores
El amor, en cuanto sentimiento de complejas implicaciones, tanto anímicas como sociales, habría de tener en la literatura victoriana una conflictiva relevancia en una sociedad firmemente volcada en el utilitarismo, como ya habían reflejado en el período anterior las grandes novelas de jóvenes casaderas y tácticas de rentabilidad de Jane Austen. Cuentos de amor victorianos recoge una amplia, sorprendente y magnífica selección de historias de amor que cubre todo el espectro de un sentimiento tan arraigado en el corazón como determinante para la confrontación de diferentes estamentos sociales. La época victoriana fue, además, la edad de florecimiento del cuento, género en que esta temática parecío encontrar un molde idóneo. Desde ángulos y tratamientos muy diversos, veintidós autores -de Mary Shelley a D. H. Lawrence, pasando por Dickens, Stevenson, Conrad o Kipling, además de algunos infelizmente inéditos en nuestra lengua- ofrecen en este volumen un riquísimo panorama de los padecimientos y de los intrincados laberintos de las relaciones amorosas, esa experiencia insólita y común, todavía hoy de incalculables consecuencias.
NOTA A LA SELECCIÓN
Hasta finales del siglo XVIII, sólo las clases acomodadas tenían acceso a los libros y a la educación. Con la llegada del nuevo siglo y de la primera revolución industrial, gracias al desarrollo y al abaratamiento de las técnicas de impresión, un número mayor de personas empezó a disfrutar de la lectura. Los libros seguían siendo prohibitivos para las clases medias y medias bajas (cuando se publicó Jane Eyre, por ejemplo, en 1847, su precio era de una libra y once chelines, más de la mitad del sueldo mensual de una criada), pero en seguida proliferaron periódicos y revistas, cuyo precio era asequible para un amplio sector de la población. Especialmente en Gran Bretaña, publicaciones como Ainsworth Magazine, Household Words (fundada por Charles Dickens), Tinsley Magazine, Harper’s New Weekly Review, The Idler, Pearson’s Weekly Magazine, The Cornhill Magazine (editada por William M.Thackeray), The Strand Magazine, etc., llevaron la literatura, el arte, la política y la ciencia a todos los hogares, reduciendo las distancias entre las clases sociales, y entre el campo y la ciudad, con igual o mayor ímpetu que el nuevo ferrocarril.
Muchas de las grandes novelas inglesas de la segunda mitad del siglo XIX, antes de ser libros de tapa dura y cuidada edición, se publicaron por entregas en esas magazines populares. Pero las nuevas revistas, además de novelas y artículos, necesitaban pequeñas narraciones para llenar sus páginas. No podían imaginar sus editores el importante papel que desempeñarían en el nacimiento de la edad de oro del relato breve, que duraría hasta bien entrado el siglo xx.
La mayoría de los cuentos de esta antología aparecieron publicados por primera vez en esas revistas y, a pesar de haber sido escritos para el gran público, son modélicos en su género. Todos giran en torno al amor, un tema muy recurrente en la literatura victoriana: el amor como fuente de alegría y de dolor; el amor como misterio, conquista, sacrificio, oportunidad perdida; el amor que florece a cualquier edad y adopta las formas más imprevisibles. Los editores de la época recomendaban los finales felices, pero la enorme riqueza y variedad de la literatura de este período produjo historias asombrosamente dispares. Esta selección se ha establecido siguiendo un criterio sometido a dicha disparidad, sin restringir la complejidad del tema a ninguna consideración previa. De hecho, hay varios autores muy refractarios a las divisiones temporales, poco o nada victorianos, aunque todos ellos, en algún momento de sus vidas, fueron contemporáneos de la reina Victoria, que accedió al trono en 1837, con sólo dieciocho años, y rigió el destino del país hasta su muerte en 1901.