
Eder. Óleo de Irene Gracia
Marcelo Figueras
Hoy se estrena Watchmen aquí. Hoy voy a ver Watchmen.
Mientras espero que llegue la hora tan soñada, me divierto con una producción de The A.V. Club (www.avclub.com) titulada Otras 24 novelas gráficas que nos gustaría ver llevadas al cine. Algunos de los títulos sugeridos me parecen elecciones naturales, desde Ronin de Frank Miller hasta otra obra de Alan Moore, The League of Extraordinary Gentlemen. (Alguien dirá: ¡pero si esa ya la filmaron! Precisamente. Lo hicieron tan mal, que sería justo que alguien volviese a hacerlo –pero bien.)
Otros constituyen elecciones exóticas, pero por eso mismo interesantes: desde Maus de Art Spiegelman, que recrea el Holocausto con la imaginería de ratones, gatos y cerdos inspirada en el Mickey Mouse de los comienzos, pasando por Jimmy Corrigan, The Smartest Kid On Earth (una historia de soledad tan tierna como devastadora) y llegando a Black Hole de Charles Burns, que –dicen- sería el próximo proyecto de David Fincher. De ser así representaría un regreso a la oscuridad más que bienvenido, después de la agridulce Benjamin Button.
Lo interesante fue que la gente de A.V. Club recomendase historietas de las que nunca había oido hablar y suenan maravillosas. Como Cerebus: High Society, de Dave Sim, calificada de ‘una de las cuatro o cinco mejores novelas gráficas jamás publicadas’. Con esa recomendación, ya me la anoté en mi lista mental de próximos libros por comprar… O Concrete: Strange Armor, de Paul Chadwick, protagonizada por ‘una especie de superhéroe que usa sus dones para lidiar con cuestiones sociales o emprender increíbles expediciones, en vez de combatir el crimen… Un héroe que piensa más de lo que hace’. O The Sword de The Luna Brothers, autores de títulos como Girls y Ultra de los que he oido maravillas pero nunca cayeron en mis manos.
¿No se entusiasman ustedes cuando piensan cuántas cosas maravillosas quedan por leer?
Mañana les digo qué comics me gustaría ver a mí en el cine.
(Continuará)