Lluís Bassets
No puede con el error. Sobre todo con el error propio. De forma que lo convierte en motivo de cien excusas, en error de los otros, en detalle sin importancia.
Quien mejor lo lleva es quien vive del error y para el error. Ese que se acostumbra a no dar jamás una sola cifra correcta ni un solo detalle exacto, hasta alcanzar la gloria del error, que es la invención pura y llana.
Del error sistemático a la falsificación consciente hay un corto trecho que muchos recorren encantados, como quien se suelta en una pendiente.