Lluís Bassets
Hay dos estilos de ejercer el poder en este oficio. Uno es grandilocuente e impone su agenda por escrito con frases como retos. El otro es discreto y lo hace en privado y sin testigos.
Ambos estilos atienden con igual cuidado al valor de la información. La acaparan, la atesoran, la cuidan como hace el avaro con el cofre donde guarda sus monedas.
Raramente un poderoso atiende a un solo estilo. La perfección se consigue con dosis adecuadas de poder exhibido y de amenaza callada.