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Panero escupe de nuevo

Por 18 de febrero de 2009 Sin comentarios

Eder. Óleo de Irene Gracia

Javier Rioyo

Yo vi escupir al joven Leopoldo María Panero. No era ya tan joven, siempre fue algo mayor, casi un lustro, de alguien tan mayor cómo yo. Y además tenía una cara que anunciaba que con el tiempo se podría ir pareciendo a Antonin Artaud. Siempre me impresionó. Cuando era un veinteañero, ya era uno de "los novísimos", y era el autor de esa entrada de la modernidad en nuestra poesía que se llamó "Así se fundó Carnaby Street". Queríamos ser ingleses y pop. También queríamos ser parisinos y descreídos ácratas del Barrio Latino después de las juergas del 68. Y, por supuesto, queríamos ser de Nueva York, llevar chicas al hotel Chelsea y fumar algo con Nico. Pongamos que nos quedamos en Madrid, sin que nadie nos pueda quitar nuestras escapadas.

Leopoldo, salvo aquellas juveniles fugas londinenses y los paseos parisinos- algunos vimos en directo- siguió escribiendo, sufriendo, viviendo, bebiendo y recorriendo España de manicomio en manicomio. Hasta la lucidez final.

Nunca le han abandonado las iluminaciones, a pesar de su adicción a la coca-cola y otras adicciones, ha seguido siendo el poeta lleno de rabia y luz. Un poeta que escribe sobre su padre, sus dioses, sus demonios, sus ruinas y sus patrias malqueridas. Un español a su pesar que acaba de publicar su último libro. Gracias a Calambur- y gracias por José Luis Puerto, Pilar Paz Pasamar y ese poeta del que hablaremos llamado Juan Carlos Mestre- por atreverse con "Escribir como escupir" de Leopoldo María Panero.

Y escupir, escribir poemas como éste:

"La vida es solo una estupidez y dichos de un idiota.
De un idiota que solo sabe rezar
Y de un mar sin cabeza
Hecho solo para caer como el viento
Sobre el rito de la página,
De la página en blanco,
De la página"

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Javier Rioyo

Javier Rioyo (Madrid, 1952) es licenciado en Ciencias de la Información. Periodista, escritor, director y guionista de cine, radio, televisión y dramáticos. Dirigió y presentó el programa semanal de libros Estravagario en TVE 2, con el que obtuvo el Premio Fomento a la Lectura 2005, concedido por la Federación del Gremio de Editores de España. También ha sido responsable de cultura y libros en el programa diario Hoy por hoy de la cadena SER. Es colaborador habitual de El País (escribe para el suplemento semanal Domingo) y de la revista Cinemanía. En televisión, Rioyo ha presentado el programa "El Faro" del canal Documanía y ha obtenido dos premios Ondas en Radio y uno en Televisión. Ha sido guionista de numerosos festivales de música para Canal+, así como de los premios Goya, y de diversos programas de radio y televisión. También coordinó los guiones para la serie Severo Ochoa. Ha dirigido y participado en cursos de Comunicación y Cultura en diversas universidades españolas. Formó parte del Comité Asesor de Alfaguara y ha sido jurado de festivales de cine y premios literarios en varias ocasiones. Es autor del libro Madrid: casas de lenocinio, holganza y malvivir (Espasa Calpe, Premio 1992 Libros sobre Madrid); y de La vida golfa (Aguilar, 2003). En 2005, con su productora Storm Comunicación, realizó la producción ejecutiva y el guión de Miracolo Spagnolo, un documental para la RAI sobre la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al gobierno y su primer año de legislatura. También dirigió y produjo Alivio de luto, un vídeo documental en el que entrevista a Joaquín Sabina; así como Un Quijote cinematográfico. En 1994 fundó la productora Cero en conducta, con José Luis López-Linares, con la que tuvo a su cargo el guión y la dirección de Alberti para caminantes (2003); y la producción ejecutiva y el guión del largometraje Un instante en la vida ajena (2003), que obtuvo el Premio Goya al mejor documental; así como de Tánger, esa vieja dama (2002). También ha codirigido con José Luis López-Linares el cortometraje Los Orvich: Un oficio del Siglo XX (1997), y los largometrajes Extranjeros de sí mismos (2001), nominado al mejor documental en la XVI edición de los Premios Goya; A propósito de Buñuel (2000); Lorca, así que pasen cien años (1998), nominado a los premios Emmy 1998; y Asaltar los cielos (1996), nominado a los premios Goya al Mejor Montaje, y ganador del Premio Especial Cine, de los Premios Ondas 1997.

En 2011 fue nombrado director del centro del Instituto Cervantes de Nueva York en sustitución de Eduardo Lago.​ Ocupó el cargo hasta septiembre de 2013, cuando fue sustituido por Ignacio Olmos.​ En 2014 fue nombrado responsable del centro del Instituto Cervantes en Lisboa.​ En febrero de 2019 deja el cargo y pasa a dirigir el centro de Tánger de la misma institución.

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