Skip to main content
Blogs de autor

Vaya cambio

Por 21 de mayo de 2019 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Félix de Azúa

En sólo uno, este país se ha saltado cinco siglos. Aunque no en todo
 

El hermano de don Pío, Ricardo Baroja, pertenecía al Cuerpo de Archiveros. A comienzos del siglo XX se presentó a oposiciones para servir en algún archivo de museo provincial, pero tuvo la mala suerte de que todos estaban "ocupados por recomendados de los que mangoneaban en el Ministerio" y fue destinado al archivo de Hacienda de Teruel. El viaje de Madrid a Teruel que cuenta en su desaparecido libro Gente del 98 es épico. Hasta Cuenca había ferrocarril. Allí toma la diligencia de Cañete, donde coincide con un maderero que lleva su mismo destino. Había que apearse en Salvacañete y luego atravesar la sierra a pie o en mula para llegar a Albarracín. Y de allí a Teruel. El viaje, ya de por sí gótico, se le complicó al pobre Baroja por culpa del maderero y sus trajines sexuales. El caso es que, para cruzar la sierra, Baroja hubo de alquilar una mula y un guía. El guía cae borracho en plena sierra y queda el viajero perdido, de noche, en la oscura nada. Montó la mula y siguió desesperado hasta que horas más tarde unas luces le orientaron y llegó a la posada de Narro, en Albarracín.

Podría haber seguido viaje a Teruel, pero, desfallecido, conoce en la posada a un acuarelista inglés cuyo nombre Baroja dice ser José Stratford Gibson y la historia de este tipo extravagante ocupa la segunda mitad del relato. Es todo tan absurdo que parece una novela de su hermano, pero resulta que figura, en Internet, un Joseph Stafford Gibson, acuarelista irlandés que, por la edad, fortuna y otros detalles, coincide con el personaje. Así que es muy posible que cuanto narra Baroja sobre su infernal viaje para ocupar la plaza de archivero en la Hacienda de Teruel sea enteramente verídico. En sólo uno, este país se ha saltado cinco siglos. Aunque no en todo.

profile avatar

Félix de Azúa

Félix de Azúa nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Ha publicado los libros de poemas Cepo para nutria, El velo en el rostro de Agamenón, Edgar en Stephane, Lengua de cal y Farra. Su poesía está reunida, hasta 2007, en Última sangre. Ha publicado las novelas Las lecciones de Jena, Las lecciones suspendidas, Ultima lección, Mansura, Historia de un idiota contada por él mismo, Diario de un hombre humillado (Premio Herralde), Cambio de bandera, Demasiadas preguntas y Momentos decisivos. Su obra ensayística es amplia: La paradoja del primitivo, El aprendizaje de la decepción, Venecia, Baudelaire y el artista de la vida moderna, Diccionario de las artes, Salidas de tono, Lecturas compulsivas, La invención de Caín, Cortocircuitos: imágenes mudas, Esplendor y nada y La pasión domesticada. Los libros recientes son Ovejas negras, Abierto a todas horasAutobiografía sin vida (Mondadori, 2010) y Autobiografía de papel (Mondadori, 2013)Una edición ampliada y corregida de La invención de Caín ha sido publicada por la editorial Debate en 2015; Génesis (Literatura Random House, 2015). Nuevas lecturas compulsivas (Círculo de Tiza, 2017), Volver la mirada, Ensayos sobre arte (Debate, 2019) y El arte del futuro. Ensayos sobre música (Debate, 2022) son sus últimos libros.  Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

Obras asociadas
Close Menu