
Félix de Azúa
Me voy a Madrid para participar en un ciclo de la Fundación March sobre figuras y mitos de la modernidad. Son "el librepensador", "el dandi", "el esteta" y "el bohemio", modelos que influyeron en la vida de millones de personas dispuestas a copiarles, así como en la actualidad lo hacen los deportistas, los cantantes o las maniquís. Es un conjunto bonito, como el de los santos. San Cristobalón, san Estanislao de Kostka, santa Eva de Adis Abeba, fueron modelos de conducta en tiempos más severos.
Me ha tocado el dandi, con tan mala fortuna que hablo después de Fernando Savater ("el librepensador"). Quien trate de complacer a una audiencia tras el paso de Savater se sentirá como si a Dany de Vito le pusieran la americana y los pantalones de Clint Eastwood y le empujaran a escena. Trato de superarlo en el AVE mientras veo la historia del robot Wall-e abandonado en un planeta cubierto de chatarra y sin vida humana. Me identifico sentimentalmente con Wall-e. Como corresponde a una gran compañía como Renfe, la película se rompe a la salida de Zaragoza y me quedo sin saber si Wall-e logra devolver la vida orgánica a la Tierra.
No es muy distinto de lo que quiero explicar sobre esa figura prehistórica que es el dandi, una pieza arqueológica de cuando Europa y América comenzaban a construir un mundo enteramente constituido por mercancías. Los dandis fueron los primeros escaparates humanos destinados a incitar la imitación, los primeros cuerpos convertidos en almacén de mercancías, las catacumbas de esa fantasía jurídica llamada derechos de imagen. De ellos vienen por una parte las actuales mercancías tipo Beckham, pero también las vanguardias más nihilistas, a partir de Duchamp, las que utilizaban el cuerpo humano como galería, obra de arte y creador, todo al mismo tiempo y en el mismo lugar.
Ha empezado de nuevo la película y a lo mejor acabo por ver el final. ¿Será nuestro mundo ese montón de chatarra que debe redimir Wall-e? ¿O descubriremos el modo de eliminar de nuestros cuerpos la pesada carga de las mercancías? ¿Será Obama un dandi?
Publicado el sábado 24 de enero de 2009.