Estadísticas
Las estadísticas son abstracciones curiosas. El comisario para Libertad Religiosa de la Organización para Seguridad y Cooperación en Europa, Massimo Introvigne, ha declarado que, cada cinco minutos, matan a un cristiano en el mundo a causa de su religión, y la mayor parte, quitando un puñado en Corea del Norte y en China, en países musulmanes. Quizá sea una constante determinada por la superioridad, como aquella de los cien justos que preservan a la humanidad de la cólera divina. Entretanto, podemos distraernos pensando que ya hubo otras velocidades de crucero matador más elevadas. Pero está sucediendo en el mundo ahora, por más problemático y equívoco que sea el significado de conceptos como mundo y ahora.
Tito Livio, que según recuerdo era el más difícil de traducir, escribía, tuvo que escribir según las cuentas, tres libros al año. Como se han perdido las tres cuartas partes de los libros que formaban Ab Urbe Condita, no llega a un libro lo conservado de cada año de trabajo titoliviano. Conozco escritores que hacen, y publican, otro tanto, y aún más, los pobres. Yo creo que más de tres libros por década es demasiado. Y décadas como es debido, no tendrá uno más que un par en su vida, incluso creo que eso es mucho decir, y dichoso aquel escritor que llegue a tener una, aunque sea una década de tres o cuatro años.