Skip to main content
Escrito por

Víctor Gómez Pin

Victor Gómez Pin se trasladó muy joven a París, iniciando en la Sorbona  estudios de Filosofía hasta el grado de  Doctor de Estado, con una tesis sobre el orden aristotélico.  Tras años de docencia en la universidad  de Dijon,  la Universidad del País Vasco (UPV- EHU) le  confió la cátedra de Filosofía.  Desde 1993 es Catedrático de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), actualmente con estatuto de Emérito. Autor de más de treinta  libros y multiplicidad de artículos, intenta desde hace largos años replantear los viejos problemas ontológicos de los pensadores griegos a la luz del pensamiento actual, interrogándose en concreto  sobre las implicaciones que para el concepto heredado de naturaleza tienen ciertas disciplinas científicas contemporáneas. Esta preocupación le llevó a promover la creación del International Ontology Congress, en cuyo comité científico figuran, junto a filósofos, eminentes científicos y cuyas ediciones bienales han venido realizándose, desde hace un cuarto de siglo, bajo el Patrocinio de la UNESCO. Ha sido Visiting Professor, investigador  y conferenciante en diferentes universidades, entre otras la Venice International University, la Universidad Federal de Rio de Janeiro, la ENS de París, la Université Paris-Diderot, el Queen's College de la CUNY o la Universidad de Santiago. Ha recibido los premios Anagrama y Espasa de Ensayo  y  en 2009 el "Premio Internazionale Per Venezia" del Istituto Veneto di Scienze, Lettere ed Arti. Es miembro numerario de Jakiunde (Academia  de  las Ciencias, de las Artes y de las Letras). En junio de 2015 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad del País Vasco.

Blogs de autor

Etapa previa a la actividad filosófica

Ya he tenido ocasión de señalar en este mismo foro que la primera obligación del filósofo es la de determinar cuál es su objetivo, qué tipo de interrogaciones le caracterizan en el seno de aquellos cuya función es plantear interrogaciones, las cuales pueden referirse a lo inmediatamente dado (tanto en el entorno natural como en el registro de lo psíquico), o aspectos más ocultos, eventualmente ya parcialmente explorados por una indagación anterior.
He señalado también aquí mismo que una vez realizada esta tarea, una vez delimitado el objetivo, el filósofo (como toda persona razonable) ha de valorar si se encuentra en condiciones de abordarlo, es decir: si reúne tanto la potencia de pensamiento que el asunto requiere como los instrumentos sin los cuales tal potencia sería inoperante. El filósofo, en suma, como todo aquel que se propone un objetivo, ha de estar provisto de alforjas, y ha de revisar periódicamente las mismas, por si algún instrumental exigido por una imprevista tarea no estuviese disponible.
Hoy estas disposiciones preliminares son si cabe aún más necesarias. Pero en la elaboración de esa metafísica a la que me refería se exige un paso más, a saber, la renuncia a ciertas seguridades mínimas en las que se hallaba anclado el pensamiento. Y a tal renuncia nos fuerza la ciencia misma, es decir lo que consideraba etapa preliminar.
Ejemplo concreto: cuando la ciencia muestra que se dan situaciones de relación no reductibles a lazos entre individuos subsistentes, nos obliga a pensar en que la naturaleza puede responder o no responder a la primacía ontológica de la individualidad, nos obliga a pensar en la posibilidad de orden natural sin individuos propiamente dichos.

Leer más
profile avatar
4 de septiembre de 2012
Blogs de autor

Un pensar sin arraigo

La tesis que estoy meramente barruntando es que el pensar que surgiría de la consideración de la physis por la teoría cuántica, carece realmente de precedente y no puede en consecuencia encontrar arraigo alguno. El pensamiento presocrático podría más bien presentarse como un rencuentro y dar aliento al proyecto siempre diferido de Heidegger que al pensamiento, indiscutiblemente filosófico, que intenta extraer las enormes implicaciones de los teoremas cuánticos de Kochen- Specker o John Bell.
Faltaría casi un cuarto de siglo para que estos se formularan cuando Heidegger esboza en notas su proyecto reflexivo en ese seminario de invierno de 1941. Pero, en las deslabazadas indicaciones del último párrafo, se perfila en filigrana esa dialéctica interna a la que antes me refería, entre la inclinación a desvalorizar el peso de la teoría cuántica en relación a su propio proyecto y la sospecha de que algo tremendo se fraguaba en la primera.

Leer más
profile avatar
30 de agosto de 2012
Blogs de autor

La doble tesis de Heidegger sobre la mecánica cuántica

Basta tener en mente el hecho de que en Mecánica Cuántica la medida del mismo observable en dos sistemas en principio idénticos no garantiza identidad del resultado para que se haga perceptible que la Mecánica Cuántica no casa en una teoría del conocimiento como adecuación a una objetividad. Pero el arranque del parágrafo 27 de la Heideggeriana Ejercitación (párrafo que en esta ocasión he traducido yo mismo) parece decir que el problema sí sigue siendo el mismo, lo cual supondría ya una suerte de inscripción de la Mecánica Cuántica en la metafísica de siempre:
"¿En referencia (Bezug) a qué es interpretada filosoficamente la Mecánica Cuántica?¿Desde la perspectiva de la objetualización de los objetos (Vergegenständlichung der Gegenstände) ?Y esto qué es? El representar (Vorstellen) del ente tal como "es"o tal como se muestra. Representar tal...como... Se trata de la referencia de la concordancia del conocimiento con el objeto".
No estoy sin embargo totalmente seguro de que así sea y tiendo más bien a pensar que los propios físicos están hoy efectuando un esfuerzo por acercarse a la filosofía a partir de su disciplina de manera no encasillable. Pero sigamos con el párrafo.
"Esta Concordancia (Übereistimmug) es desde antiguos tiempos la característica de la esencia de la verdad. Así pues, la Mecánica Cuántica ha sido puesta en conexión con la pregunta sobre la esencia de la verdad y sobre el apropiarse de lo verdadero. Lo "fundamental" de este propósito. Ahora bien ¿puede la ciencia sentar algo al respecto?.
No. Y de poder es sólo en el caso y en la medida en que "ella" es filosoficamente interpretada. Eso ella no puede efectuarlo por si misma. La primera pregunta: ¿a qué sitio pertenece la objetualidad de la física en cuanto tal?"
Heidegger parece defender una doble tesis relativizadora del peso de la Mecánica Cuántica: por un lado, la auténtica relevancia de esta disciplina sólo sería resultado de una apropiación de la misma desde el exterior, desde la interpretación filosófica que le sería extrínseca; por otro lado, la única filosofía que podría encontrar alimento en la Mecánica Cuántica sería la filosofía anclada en el problema de siempre, a saber, el problema de la polaridad verdad-objetividad, sea cual sea la respuesta que se da al mismo.
Ciertamente la ciencia no puede en sí misma ser filosofía, pero indiscutiblemente sí puede por sí misma devenir filosofía, mutar en filosofía. Ello empieza a ocurrir cada vez que los objetivos de inteligibilidad empiezan a primar sobre los objetivos de dominio o apropiación, pero sólo empieza. La filosofía es un largo recorrido, es una actitud que ha tenido fruto la historia conocida de la metafísica y puede llegar a trascender tal historia.
Y en relación con lo que he presentado como segunda tesis heideggeriana: la metafísica que se va fraguando simplemente en los seminarios y encuentros entre filósofos y físicos cuánticos no es seguro que sea encasillable en el canónico interrogarse sobre la physis, y en consecuencia en el canónico interrogarse sobre el ser, ya se trate de la forma que este interrogarse adopta desde Aristóteles, ya se trate del pensamiento que precede al pensador de Estagira.
He señalado ya que desde Erwing Schrödinger a Carlo Rovelli ha habido una inclinación de los científicos cuánticos a hacer incursión en la filosofía remontándose al pensamiento llamado pre-socrático. Pero no hay seguridad de que se trate de una vía acertada. Cabe incluso pensar que se trata de una última tentativa de buscar apoyatura, un terreno en el que cabría de nuevo arraigarse.

Leer más
profile avatar
28 de agosto de 2012
Blogs de autor

“Delicado laberinto…” De los espacios de Hilbert

Pese a la declaración explícita de Heidegger respecto a la irrelevancia de la Mecánica Cuántica para la interrogación que supondría un auténtico viraje en la historia de la ontología, se diría que algo en el asunto sigue escociendo e inquietando al pensador.  Y me atrevo a conjeturar que le escocería más aun, si Heidegger hubiera afrontado la cosa de la manera "suficientemente decidida" que reclama para los grandes asuntos del pensamiento.

Pues en las consideraciones que siguen en la Ejercitación que vengo comentando, algunas de indiscutible sutileza, falta toda referencia a algo esencial, a saber: el dispositivo matemático de la Mecánica Cuántica, que constituye  ciertamente un indispensable útil para los objetivos propiamente científicos de la disciplina, pero que va más allá de los mismos ( más allá concretamente de la   prodigiosa capacidad para efectuar previsiones una y mil veces confirmadas), pues  la engarza en una  trama  férrea menos importante sin embargo por su consistencia lógica, que por sus desconcertantes  implicaciones conceptuales. En efecto:

En esta invitación heideggeriana  a ejercitarse  en la filosofía se mide el peso de la Mecánica Cuántica sin una sola mención de los espacios de Hilbert, los cuales constituyen un ingrediente esencial de aquello de lo qué se habla. "En ese delicado laberinto no me fue dado penetrar" escribía Borges en referencia a la teoría de los números transfinitos de Georg Cantor. El poeta 
lo decía con pesar, pues barruntaba que sin tal teoría  la exploración cabal de ese  infinito que tanto le obsesionaba era imposible. Diferente es la actitud del pensador de Friburgo.

La ausencia de referencia a los mismos parecería indicar  que el formalismo matemático de la Mecánica Cuántica y  los espacios de Hilbert que lo sustentan  formarían parte de la disposición del espíritu ajena al interrogar esencial,  una de esas vicisitudes del pensamiento perdido en la objetualidad de la que cabría prescindir. Creo que se trata pura y simplemente de un error filosófico. Pero esto es ciertamente  más fácil de avanzar de forma  intuitiva que de sostener en base a la cosa misma de la que se trata, lo cual intentaré sin embargo hacer a partir del propio esquema de Heidegger  en esta Ejercitación.

Leer más
profile avatar
21 de agosto de 2012
Blogs de autor

¿Nada nuevo en relación a la pregunta esencial?

Tras afirmar -cosa en lo que concuerdo con el autor- que la filosofía ha de estar ahí como una dimensión subyacente, un a priori, para que el pensar cotidiano y concretamente el pensar cotidiano de la ciencia, venga a desembocar sobre el pensar de calado (venga a "prestar atención a lo esencial"), y tras  alabar en este sentido la exigencia de Kant, a quien no interesaría una teoría científica de la ciencia natural, sino más bien el filosófico  punto de partida de la misma (aquello a lo  que aquí mismo me refería yo como algo a reencontrar), Heidegger   realiza esta declaración taxativa: "Para la pregunta de Kant,  la teoría cuántica no modifica nada esencial, ni nada esencial puede modificar ningún progreso de la ciencia"(parágrafo 26).

Punto final pues. La Mecánica Cuántica sería una etapa, singular desde luego, pero etapa al fin y al cabo, de la metafísica agonizante, una etapa de la coordinación de la physis bajo  moldes que suponen la desaparición del mundo, desarraigo-desaparición de  la comunidad originaria- entre los hombres y encubrimiento del ser.

Y sin embargo...la cuestión relativa al peso subversivo de la Mecánica Cuántica no queda cerrada. Ello obviamente porque  Heidegger no tiene a priori la última palabra al respecto. Pero es que ni ateniéndose al pensador de Friburgo e incluso a la Ejercitación que viene ocupándonos.

Leer más
profile avatar
16 de agosto de 2012
Blogs de autor

La propuesta heideggeriana de ejercitación filosófica sobre la mecánica cuántica (I I)

Tras una consideración sobre Kant  y la condición interna de posibilidad de una metafísica, y el recordatorio de que la pregunta de las ciencias naturales es sólo un camino, viene en el texto de Heidegger que vengo evocando esta afimación ya de cierto calado:

"En la Mecánica Cuántica es decisiva la renuncia a la objetivilidad del acontecer natural -der Verzicht auf die Objektiviebarkeit des Naturgeschehens "

En una terminología más bien  imprecisa, Heidegger acaba retomando en sus notas el asunto digamos clásico: Lo que el llama "objetualidad" (Gegenständlichkeit) pasa en la física clásica por la doble determinación del imput  (dirección del movimiento y magnitud del mismo) y de la localidad (Ort). Cabría decir que sin la coomplementariedad de ambas determinaciones, la objetualidad no es completa. Y de tal incompletud  en el mundo de las partículas elementales, la Mecánica Cuántica da testimonio.

Esta constatación podría conducir a una revisión del concepto mismo de objetualidad. Si la objetivabilidad del acontecer natural  tiene el peso que tiene en la historia del apagamiento del ser y de su olvido,  entonces el hecho - reconocido por el autor -de que la física cuántica renuncie a la misma, debería suponer un acontecimiento mayor, algo así como una puesta en tela de juicio de ese apagamiento. No parece sin embargo que Heidegger considere esta vía. Hay finalmente en el texto de Heidegger como un esfuerzo por quitarle mordiente a la Mecánica Cuántica, por encasillarla en la historia convencional de un pensamiento marcado por una suerte de inautenticidad. Veremos sin embargo que esta reducción  ni siquiera casa totalmente con lo que Heidegger sostiene.

Leer más
profile avatar
14 de agosto de 2012
Blogs de autor

La propuesta heideggeriana de ejercitación filosófica sobre la mecánica cuántica (I)

En el arranque de este texto de Heidegger unas consideraciones no excesivamente trasparentes sobre la coincidencia entre la mecánica cuántica y el procedimiento clásico consistente en objetualizar. En ambos casos, nos dice, habría la necesidad de  referirse  a situación, aspecto, mirada previa, vía y proyecto, y se barrunta que ello sería  un indicio  de  que seguimos en la misma  forma de coordinarse con el mundo, sugiriéndose que sólo un pensar ajeno  a esta coordinación supondría auténtica novedad.

Sin embargo Heidegger acepta una  singularidad de la física cuántica consistente  en el hecho de que " ya no puede eludirse la pregunta de quienes somos "nosotros", para quienes el objeto es en cada caso un objeto" . Y tras este recordatorio una declaración programática: "Es decisivo averiguar cual es la relación sujeto- objeto, en cuanto relación, en su esencia y fundamento esencial, y sacar este preguntar del círculo de la "teoría del conocimiento y de la metafísica del
conocimiento
". Y a continuación, pregunta sobre el título mismo del parágrafo: "Interpretación filosófica de la mecánica cuántica. ¿qué significa eso?"

Mas que una respuesta un listado de tareas encuadradas en dos apartados. El primero se reduce a un enunciado, más bien redundante respecto al título general del parágrafo

1.     "Interpretar la Mecánica Cuántica en lo que se refiere a sus fundamentos filosóficos".

2.     "Exponer la Mecánica Cuántica misma como tipo de [filosofía] y como contribución a la filosofía".

Aquí la concreción es mayor. Siendo la Mecánica Cuántica un tipo de física, se muestra sin embargo tener "relevancia para la filosofía" y de ello se pasa a pregunta: "¿Qué tipo de filosofía es ella [la mecánica cuántica]?"

Desde luego tener relevancia para la filosofía no supone necesariamente constituir un tipo de filosofía. En realidad lo que de entrada se barrunta es que sin querer  ser filosofía, siendo cabalmente física, la Mecánica Cuántica se ve abocada a realizar aseveraciones sobre la physis (incluída en ocasiones la physis del hombre) que chocan con lo que la filosofía convencionalmente asumía.  Más que ser un tipo de filosofía la Mecánica Cuántica-cabría decir- se ve más o menos inesperadamente  envuelta en la filosofía ...lo cual no es poca cosa. Pero sigamos con el texto de Heidegger.

No se aborda la enunciada pregunta sobre el tipo de filosofía que sería la Mecánica Cuántica, sino que se evoca un indeterminado "error fundamental (Grundirrtum)en la actitud de las ciencias ante la 'filosofía' " (entrecomillado del autor), se distingue entre "Filosofía" y "filosofía",  y se denuncia "la exigencia inversa a la filosofía y los criterios inadecuados para enjuiciarla", sin que quede muy claro si se trata de enjuiciamiento de la mecánica cuántica o de la filosofía misma.

Leer más
profile avatar
9 de agosto de 2012
Blogs de autor

La significación de “fin de los tiempos”

Decía que en esos inviernos de Silesia y Friburg  en el que  la reflexión de un filósofo y la meditación de un músico parecen hacerse guiños  hacía ya decenios que se había iniciado  un proceso que conduce efectivamente al fin de un tiempo. En la terminología convencional de los estudiosos de Heidegger se trataría del fin de la metafísica, entendiendo  por metafísica una larga etapa del pensamiento caracterizada según Heidegger por la reducción del problema de la verdad al problema del conocimiento, la erección de los instrumentos de control de la naturaleza (es decir, la ciencia y su correlato en  la técnica) en paradigma de la actividad del espíritu,  una concepción del lazo entre el hombre y el mundo marcada por la idea de objetividad,  el oscurecimiento del mundo mismo y con ello la  imposibilidad de una comunidad  en el sentido cabal de "ser en el mundo originalmente existente" (die Möglichkeit des Miteinander im  Sinne  des ursprünglich existententen In-der-Welt-seins,  parágrafo 23 ), y sobre todo, a la vez como matriz y expresión de todo ello, el desaparecer (verschwinden) del ser "en objetualidad y la seguridad y el aseguramiento de lo constante (in der Gegenständlichkeit und Sicherheit und der Bestandsicherung Parágrafo 22, proposición 6)" así como el olvido del mismo.

Lo que se estaría acabando es, en suma, aquello que constituiría el "círculo de la técnica" que, incluyendo asimismo a la ciencia (parágrafo 22 proposición 10), determinaría la sustitución del mundo originario por los lazos de subjetividad-objetividad y su tremendos corolarios,  tanto en la relación con el entorno natural como en las relaciones de los hombres entre sí. Pues, "una vez que el ser ha quedado olvidado, el paroxismo y el arrebato del hombre ya pueden comenzar (Der seinsvergessene Taumel und Aufruhr des  Menschen kann beginnen parágrafo 22)"

Paroxismo y arrebato vinculados por Heidegger a la primacía de la subjetividad y a la tendencia en el mundo a considerar todas las cosas como propias de la humanidad. Y así, en un mundo des-mundanizado, solo contaría " la mera cría del hombre y la elaboración y asimilación de la
tierra; el consumo y el gasto como fundamento de la institución y organización incondicional de lo objetual (parágrafo 21 titulado como  "Abandono del ser y visión del mundo  Seinsverlassenheit und Welanschauung").

Estos textos han dado lugar a comentarios discordantes,  incluso en el registro político. Ha habido una lectura que ve en ellos una invitación a elucidar la génesis de la reducción de la naturaleza y la erección de sus frutos  en fetiches, tan sólo aptos para la insaciable carencia  de un ser humano desarraigado del mundo primigenio, un mundo en el que la comunidad en el sentido verídico de la palabra  era posible; se trataría de pensar las raíces de aquello que habría conducido a nuestra civilización al nihilismo, sentando así los cimientos de una nueva etapa.

Esta lectura positiva se vería ciertamente reconfortada si este discurso sobre lo que sería urgente pensar con decisión,  no se hubiera hecho desde la universidad de un país embarcado en un feroz proyecto de aniquilación de las condiciones de posibilidad del pensar mismo, y si el protagonista no hubiera pronunciado unos años atrás y en calidad de rector de esa misma universidad de Friburg  un célebre discurso que mostraba signos inequívocos de connivencia con los aspectos meramente ideológicos del régimen que imponía tal proyecto.

Pero, indicaba Hegel, el órgano de la fertilidad y la  procreación se revela también ser...el órgano de la orina. La "ternura común por las cosas" característica de la disposición  de aquellos que aspiran a un mundo dónde la negatividad  y la quiebra estén ausentes, un mundo donde la serenidad no sea superación de la yaga, donde la conciliación no sea  re-conciliación, tal disposición de ánimo lo único que consigue es que la contradicción a la que el sujeto evita confrontarse y hasta reconocer se filtre por entero en su espíritu, reduciendo su entera subjetividad y convirtiéndola en pasivo juguete.

Mas ese pensamiento de Hegel supone asimismo que la recíproca es cierta, que tras el pensamiento perezoso y obediente puede darse un rescoldo de espíritu que tiende a la veracidad y a la libertad. Y así, al igual que tras las notas   del Cuarteto para el fin de los tiempos ( objetivamente subversivas tanto en el registro político como en el creativo) se  encuentra la subjetividad de un Olivier Messiaen,  no ya esperanzado por el discurso evangélico
sino confiado en aquellos que desde la Cúpula Vaticana instrumentalizaban tal discurso,  haciéndolo compatible con los compromisos políticos más abyectos...el cuando menos equívoco discurso de Martin Heidegger en relación a existencia de jerarquías entre lenguas (llegó  a sugerir que no todas son aptas- o al menos aptas por igual- para la expresión de determinaciones conceptuales) y entre los pueblos que son simiente para la  perseverancia y fertilidad  de las mismas, no es óbice para que en los escritos de esos años negros haya páginas de encomiable veracidad, sobre todo en relación a la puesta sobre el tapete de interrogaciones claves...aunque  no tanto quizás   en los meros esbozos de tangencial respuesta a las mismas.

Leer más
profile avatar
7 de agosto de 2012
Blogs de autor

Fin de los tiempos y fin de la metafísica

Invierno de 1940: en el STALAG VIII A, campo de prisioneros  cercano a Görlirz, en Silesia, Olivier Messiaen, que había sido  autorizado por las autoridades del centro a componer música, escribe su Quatour pour la fin du Temps, a la vez que  trabaja en las obras de transformación de uno de los barracones en auditorio.  Así describe el propio Olivier Messiaen la atmósfera del día del estreno: "Los cuatro músicos tocábamos con instrumentos rotos...las teclas de mi piano vertical permanecían bajas cuando las presionaba...calzábamos zuecos de madera   suficientemente grandes para que la sangre pudiera circular". Se ha dicho que los recuerdos de Messiaen son
inexactos y que la alusión a los zuecos relativa a la nieve acumulada bajo los pies no se compagina con el hecho de que la interpretación tuviera lugar en el barracón-auditorio. Sea como sea sí es cierto que   el 15 de enero de 1941,  Henri Akoka,  clarinete,  Jean le Boulaire,  violín, y  Etienne Pasquier,  violonchelo, interpretan  junto al propio Messiaen al piano, este Cuarteto para el fin de los tiempos, ante un público compuesto no solo por  prisioneros sino también por un gran número de  guardianes y otros empleados del campo.

Invierno de 1941, en su cátedra de Friburgo, Martin Heidegger esboza para jóvenes alumnos lo que serían las etapas de una  "Ejercitación en el pensamiento filosófico (Einübung in das philosofische Denken )" a la cual ya me he referido aquí. En la tercera parte de esta Ejercitación, se considera el lazo entre el concepto de rectitud  (Richtigkeit) y el concepto de certeza (Gewissheit). En el seno de esta reflexión unas consideraciones muy generales (apenas 16 líneas) bajo el título "La Mecánica cuántica y la objetualización" (Die Quantummechanic und dieVergegenständlichung), seguida de una "Interpretación filosófica de la Mecánica Cuántica (Philosophische Deutung der Quantummechanich)".

En ese invierno en el que  la reflexión de un filósofo y la meditación de un músico   parecen hacerse guiños desde trincheras diferentes hacía ya decenios que se había iniciado  un proceso que conduce efectivamente al fin de un tiempo. En cualquier caso la significación  de ese fin de los tiempos que la estremecedora composición de Messiaen anuncia, quizás  va más allá de la explícita referencia al Mensajero del  Apocalipsis  de San Juan: "Posó el Ángel su pie derecho en el mar, su pie izquierdo en la tierra y erguido sobre ambos levantó la mano hacia el cielo y juró por Aquel que vive por los siglos de los siglos  diciendo: ya no habrá más tiempo el día de a trompeta del séptimo ángel"

 

Leer más
profile avatar
2 de agosto de 2012
Blogs de autor

De qué se trata en una metafísica que responda al saber de nuestra época

Hemos de entender bien que sigue tratándose de pensar  la naturaleza, sigue tratándose  de una exploración del  entorno físico por la razón y  el lenguaje, sigue tratándose de que  lenguaje y razón  desplieguen  su potencialidad y se reconozca fertilizados  en tal despliegue.

Para este pensar sigue siendo imprescindible que las alforjas estén bien repletas. La nueva metafísica no puede abordarse, por ejemplo,  sin ese  bagaje técnico indispensable para percibirse de lo que está en juego  por ejemplo en el esfuerzo hasta ahora inructuoso de los físicos por alcanzar un teoría unificada del campo o en el de los genetistas para determinar partes del genoma no codificadoras de proteínas que darían mayor luz sobre ese límite del conocimiento que constituye ( y constituía  ya para el biólogo Aristóteles)  la existencia de diferencias  en el seno de una especie que separan a un individuo de otro.

Todo este bagaje técnico sigue siendo no sólo conveniente sino, ahora sobretodo, definitivamente imprescindible. Imprescindible incluso que una introducción a la metafísica pase por un claro establecimiento del estado de la cuestión sobre aquello que el conocimiento científico considera adquirido. Se trata en suma de ser fiel al hecho de que  la metafísica   se forja en cada etapa tras la ciencia natural, lo cual no significa que la ciencia natural sea cronológicamente anterior a ella,  importantísimo asunto que abordaré algo más tarde en esta reflexión.

 

Leer más
profile avatar
31 de julio de 2012
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.