Skip to main content
Escrito por

Lluís Bassets

Lluís Bassets (Barcelona 1950) es periodista y ha ejercido la mayor parte de su vida profesional en el diario El País. Trabajó también en periódicos barceloneses, como Tele/eXpres y Diario de Barcelona, y en el semanario en lengua catalana El Món, que fundó y dirigió. Ha sido corresponsal en París y Bruselas y director de la edición catalana de El País. Actualmente es director adjunto al cargo de las páginas de Opinión de la misma publicación. Escribe una columna semanal en las páginas de Internacional y diariamente en el blog que mantiene abierto en el portal digital elpais.com.  

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Los clics de la libertad

Clic a clic. Así es el combate. Así avanza o retrocede la libertad. En el teclado del teléfono móvil o de la tableta. Millones de ciudadanos, jóvenes sobre todo, ejercen de este modo el derecho a expresarse, contando lo que ven, saben o sienten, que con frecuencia es la denuncia de abusos, si no de crímenes. Así está sucediendo en todo el planeta, principalmente bajo las dictaduras. Y así sucede en China, con la dimensión de las grandes cifras propias de su demografía, con sus 500 millones de usuarios de Internet y los 300 millones de Sina Weibo, la red social más extendida.

Weibo, que en chino significa microblogear, es una mezcla de Twitter y Facebook. Permite utilizar fotos, videos y emoticones y es un instrumento informativo de primer orden en un país donde apenas existe el periodismo profesional, sometido al rígido control del régimen o directamente instrumento de propaganda. En tres años de vida tiene ya 350 millones de usuarios, algo que da la medida de su envergadura si se compara con los 500 millones de usuarios conseguidos por Twitter en el doble de tiempo.

Según el periodista y bloguero chino Michael Anti, seudónimo de Jing Zhao, la idea de la creación de un Twitter chino se define en dos palabras: clonar y bloquear. Se copia el original y se impide el acceso, de forma que el público chino tiene que dirigirse al nuevo sistema controlado. Desde 2009, fecha de creación de Weibo, el gobierno obligó a emplazar todos los servidores en Pekín para facilitar el bloqueo inmediato de las redes en caso de necesidad. La Primavera Árabe no es posible en China, asegura Anti.

El gobierno chino se ha enfrentado a una contradicción ante las tecnologías de la comunicación y de la información. De un lado, se siente obligado a promocionarlas e incluso a situarse en vanguardia en su uso porque sabe que el futuro de una economía moderna pasa por la digitalización. Del otro, sabe que son un desafío a su aspiración autoritaria de control social. La fórmula elegida es una astuta combinación de márgenes de libertad con una severa censura de las comunicaciones que puedan afectar a la estabilidad política.

En una primera etapa admitió la presencia de empresas extranjeras como Google o Yahoo, aunque las sometió a unas obligaciones de autocensura inaceptables. Pronto se dio cuenta, además, de que no bastaba con obligarlas a plegarse a sus condiciones porque el combate que se libraba era también de carácter tecnológico y comercial. China es un mercado demasiado grande como para dejarlo entero en manos ajenas, por bien dispuestas que estén a someterse a las exigencias e incluso arbitrariedades del partido único. Así fue como aparecieron las redes chinas, que pronto se convirtieron en las hegemónicas, y que nacen ya organizadas bajo las pautas de autocontrol exigidas desde el poder.

En Weibo hay mucho ruido, chismorreo y mensajería basura. Es una válvula de escape, que permite descongestionar en el mundo virtual el malestar que se expresa en el mundo real, una versión digital del viejo sistema de peticiones en la corte. La policía del pensamiento está situada dentro de la propia empresa, que rastrea palabras prohibidas, cierra cuentas y borra entre el 10 y el 20 por ciento de los mensajes según las épocas. Los momentos de mayor censura corresponden al estallido de los mayores escándalos. El 8 de marzo de este año ha sido el día en que Weibo borró más mensajes, según una investigación de la Universidad de Hong Kong: habían saltado los rumores de la destitución de Bo Xilai, el príncipe rojo y alcalde de Qongqing, cuya esposa ha sido condenada por asesinato de un ciudadano británico.

Según Kaiser Kuo, músico rockero y portavoz de Baidu, el clon chino de Google, por primera vez su país cuenta con una esfera pública que escapa al control total al que aspira el gobierno. Pero se da la paradoja de que el propio Partido Comunista la está utilizando para sus particulares combates políticos entre las distintas tendencias o entre los distintos niveles de la organización, contribuyendo a ensanchar sus márgenes. Parte de las denuncias se libran de la censura porque desde el Partido alguien decide utilizar el conflicto para deshacerse de un dirigente, perjudicar a una facción o promover la propia.

China se prepara para el 18 Congreso, que se celebrará este otoño en fecha todavía desconocida y en el que se producirá el quinto relevo generacional en la cúpula del Estado y del Partido. Es la primera ocasión en que sucederá con esta ambigua esfera pública en marcha. El eclipse del presidente in pectore Xi Jinping durante una semana, objeto de un torrente de rumores, hubiera quedado minimizado de puertas hacia adentro sin Weibo. No habrá Primavera China, al menos de momento, pero será difícil que la censura frene la pulsión frenética que lleva a millones de ciudadanos a expresarse en libertad a través de los teclados. (Quien quiera tener una idea del contenido de Weibo puede consultar el portal en inglés Tea Leaf Nation, donde hay muy buena y abundante información de lo que sucede en las redes sociales chinas)



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
13 de septiembre de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

El Mormón avanza

"Todavía no tenemos un presidente mormón en Estados Unidos y quizás no lo tengamos nunca, pero nuestros presidentes son cada vez más receptivos a la sensibilidad mormona, más de lo que podría esperarse de un movimiento religioso que representa tan solo un dos por ciento de nuestra población".

Estas frases son del crítico literario Harold Bloom, escritas hace veinte años en un libro singular e imprescindible para entender EE UU, que lleva por título La Religión Americana (Taurus). Es una buena lectura para quienes estén todavía sorprendidos de la nominación de un obispo mormón como Mitt Romney como candidato republicano a la presidencia.

Deberán darse prisa. Los dados no están jugados, y aunque Obama corra con aparente ventaja, Romney puede colmar la intuición apenas formulada hace 20 años. Bloom ha escrito más recientemente que, incluso si gana Obama, "se habrá establecido un precedente crucial". Si nos atenemos a sus teorías sobre el mormonismo, cabría observar como un hito normalizador de la vida política americana que un mormón llegue a la Casa Blanca como lo fue la del católico Kennedy en 1961 o la del afroamericano Obama en 2009. En el caso de la Iglesia de los Santos del Último Día, que tal es el nombre de la confesión, la normalización sería mayor, puesto que, según Bloom, es una de las dos sectas religiosas genuinamente americanas, hasta el punto de que las considera variantes de lo que denomina la Religión Americana. Se trata de un cristianismo sin cruz, que diviniza al individuo y adora a un Jesús resucitado y victorioso, profundamente americano, hasta el punto de que en la revelación mormona se incluye una estancia en América con una repetición del Sermón de la Montaña.

Es verdad que el gran crítico literario, profundamente enamorado del talento religioso ?y poético puntualiza? del fundador de la Iglesia del Mormón, su profeta Joseph Smith, más tarde ha modulado su entusiasmo y ha señalado una pérdida del valor original hasta convertirse en una secta protestante más. Sus actuales dirigentes, entre los que se encuentra Romney, son "indistinguibles de las oligarquías plutocráticas seculares que ejercen el poder".

Esta objeción se suma a las críticas contra Romney como candidato de los más ricos y desvía la atención de los prejuicios clásicos contra los mormones, incluso los que sostenían sus más directos competidores en la apropiación religiosa de Estados Unidos, esos baptistas sureños que dudan de su cristianismo, sospechan de su renuncia hace más de un siglo a la poligamia, y se irritan ante la opacidad de su funcionamiento, doctrinas y ceremonias, de acceso prohibido a quienes no pertenecen a la Iglesia. Como señala Bloom, mormones y evangelistas cada vez se parecen más. Y no hay duda, su partido, el partido de la Religión Americana, es el republicano. (La más reciente demostración de la identificación entre la Religión Americana y el Partido Republicano la proporciona el Pew Research Center en su encuesta de esta pasada semana).



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
8 de septiembre de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

El protagonista inesperado

Ha bastado un verano para que irrumpiera en la escena un personaje inesperado. Entra pisando fuerte y con voz potente en nombre de un país al que tampoco se le esperaba. Es Mohamed Morsi, presidente de Egipto, en ejercicio desde el 30 de junio, y capaz en dos meses de cambiar el paso a todos, al ejército dentro de su país, y a los aliados de los últimos 30 años, Estados Unidos e Israel, en la escena internacional.

Los cambios anotados en las agendas afectaban a las presidencias de Rusia, Francia, Estados Unidos y China. Para el año 2012 no estaba mal. Pero la única noticia presidencial sustanciosa no corresponde a ninguna de las actuales o antiguas potenciales mundiales, sino a una potencia regional en ascenso, que ni siquiera creía hasta ahora que podía jugar como tal. Se la esperaba, pero para mucho más tarde.

Egipto, con 70 millones de habitantes y unas proyecciones demográficas que casi duplican su población para mitad de siglo, tiene todos los comodines en la mano para convertirse en un actor de la escena internacional, y sobre todo regional, a la altura de Turquía, Irán o Arabia Saudita. Es el mayor país árabe, controla una vía de comunicación estratégica como el Canal de Suez y es la pieza en la que se asienta la estabilidad de la zona gracias a su tratado de paz con Israel y a la dependencia de su ejército de la ayuda militar americana. Su súbito protagonismo exterior es inesperado por dos razones. Primero, por las dudas respecto a su torturada transición política, suscitadas por las relaciones competitivas entre dos fuerzas formidables: un ejército cuyo control sobre la economía real puede alcanzar al 30 por ciento del PIB; y una fuerza religiosa, los Hermanos Musulmanes, de profunda implantación social y amplio predicamento religioso y moral. Segundo, por la envergadura de las dificultades internas, empezando por el pésimo estado de su economía y sus finanzas.

Aunque poco se ha resuelto de la segunda, la entrada de caballo siciliano de Morsi en la presidencia ha zanjado la primera. El nuevo y primer presidente civil de Egipto ha jugado muy fuerte y ha ganado, aparentemente de forma ya definitiva, la partida entablada con el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas. El mariscal Tantaoui, hombre fuerte de la continuidad militar y de la preservación de los tratados con EE UU e Israel, que pretendía tutelar la transición y al nuevo presidente, ha sido sustituido por un militar mucho más joven y próximo a los Hermanos. Las declaraciones constitucionales y los decretos emitidos por los militares que limitaban los poderes de Morsi han sido anulados. Los jefes del espionaje y la guardia presidencial han sido sustituidos. El presidente tiene en sus manos todos los poderes, ejecutivo, legislativo e incluso el constituyente, pues controlará la redacción de la nueva carta magna. Solo se le escapa el judicial.

El miedo a la dictadura se ha invertido. Mientras Tantaoui era el hombre fuerte, lo suscitaban los militares. Ahora, con tantos poderes en manos del presidente civil, viene de los islamistas. También la represión ha empezado a cambiar de lado. Primero fue la censura militar, pero ahora es la gubernamental e islámica la que amenaza. Es pronto todavía para diagnósticos definitivos y no todo pertenece al mismo repertorio ideológico: algunos de los periodistas represaliados, detenciones incluidas, habían hecho apología de un golpe militar ante el avance de los peones islamistas.

Morsi, de otro lado, ha esbozado gestos de apertura, mínima, es cierto, en su consejo presidencial y en el gobierno, donde ha dejado alguna silla para las minorías: algún cristiano copto, también un salafista, una mujer? Y sobre todo ha demostrado mano de hierro frente al terrorismo en el Sinaí, con la astucia de que despliega al ejército para combatir a enemigos de Israel en un territorio de donde fueron expulsados los egipcios en la guerra de Yom Kipur y donde los tratados de paz solo daban un acceso limitado a sus militares.

La entrada del rais egipcio en acción como nuevo actor en el escenario internacional no podía darse con paso más firme y voz más diferenciada y potente. No ha elegido Bruselas y Washington para su primera gira internacional sino Pekín y Teherán, donde ha proporcionado la sorpresa de su condena pública al régimen sirio y la expresión de su voluntad de liderar la sustitución del régimen de El Assad. Egipto ya no pide permiso a Israel y Estados Unidos antes de tomar una decisión. Es una primera corrección práctica de los acuerdos de Camp David sin necesidad de negociación alguna.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
6 de septiembre de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

En el bosque contaminado

El país se encoge a ojos vista. Su producto interior bruto, el consumo, los puestos de trabajo, las empresas, sus servicios sociales, la calidad de su sanidad y de su educación. No hablemos de su prestigio y de su imagen, dentro y fuera, en Europa y en el mundo: rebajado, rescatado, intervenido, ocupado por los hombres de negro. Solo el ruido y la confusión crecen, magníficos ríos revueltos para la pesca de los fabricantes de realidades, los artistas del lenguaje político.

Encoge y se simplifica. La hegemonía del discurso monocorde es prodigiosa. Metidos en un círculo de tiza que pronto será muro maniqueo: nosotros y ellos, la razón y la fuerza, la justicia y la arbitrariedad, el derecho y el expolio, el bien y el mal. Las disonancias son meros matices internos. Nunca el pensamiento grupal había sido tan fuerte y extenso.

El éxito de propaganda es magnífico. Sus efectos morales demoledores. Nos sumergimos en la neolengua orwelliana donde la paz es guerra y la guerra es paz. Una nube recubre los mayores recortes de derechos sociales, presupuestos públicos, salarios y puestos de trabajo. El país está intervenido, rescatado, pero saca pecho como si estuviera a punto de alcanzar la plenitud histórica. Pedimos liquidez para no suspender los pagos de nuestra administración pero lo hacemos con exigencias y reconvenciones.

No cabe atribuir el mérito solo a los responsables del gobierno, a pesar de que hayan echado el resto. La oposición también tiene su responsabilidad. La del gobierno lo es por acción, pero la de la oposición por omisión. No ha hecho nada. Ni defender algo de su balance de gobierno, ni presentar alternativas, ni criticar con argumentos sólidos y coherentes las políticas del gobierno, ni sobre todo combatir su agenda de ocupación del espacio público.

Quienes debieran oponerse prefieren algún beneficio marginal al que acogerse. Alérgicos al riesgo, apuestan por seguir perdiendo lentamente a imaginar un envite que les pueda dar una victoria por pequeña que sea. Son los reyes del 'status quo'. Con poco se sienten gratificados. No es que no haga nada la oposición, es que no existe: unos se identifican directamente con el poder al que debieran oponerse, otros se conforman con su vieja parcela local en retroceso, mientras otros más solo piensan en el poder que se juega en otra parte.

Así llegamos al desierto actual. Nada peor y más denostado que oponerse radicalmente desde dentro, impugnar el dogma, negar la evidencia indemostrada. Los argumentos están ahí, sólidos, sin usar. ¿No es este el mayor fracaso de la reciente historia? ¿Hay que achacarlo entero y después de tanto tiempo todavía a la herencia recibida? ¿Todo se debe a la malvada acción de ese enemigo exterior secular que jamás ceja en su acción depredadora?

Nadie osa desde dentro. Si alguien intenta deberá hacerlo desde fuera, como una voz alógena. No está tan mal visto sumarse a ese Mordor que suministra cada día munición para nuestras quejas y moral para nuestros combates. Es mejor, o al menos más útil, que mantenerse en la tierra de nadie. Para no hablar de los ilusos que todavía pretenden tender puentes, reconstruir consensos, entenderse de nuevo. Son los más detestados. El negocio está en el conflicto, aunque no terminen de enterarse los tibios y los cobardes. Recibirán subvenciones quienes lo alimenten.

Todo termina en un dilema: callar o irse. Irse es una forma de callar y viceversa, cosas ambas que facilitan la tecnología y la globalización. Así se contribuye al proceso mayor, al empequeñecimiento. Sin esas voces, las que quedan se sentirán más cómodas, podrán campar a sus anchas.

Antoni Puigverd en 'La Vanguardia' ha dado en el clavo de esta pérdida: "Una nación de verdad es inclusiva. Tiene un proyecto común y sabe que existen cosas sagradas que no se ponen en peligro. Una nación de verdad no se construye sobre la negación de una parte de su gente".

El camino es claro. La hoja de ruta, aun con puntos de incertidumbre, sabemos a dónde lleva: cada vez más diminutos en un mundo cuyo centro de gravedad se desplaza y aleja de nosotros. Irrelevantes e insignificantes, pero eso sí libres y felices como pajaritos en el bosque contaminado.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
2 de septiembre de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

La cabalgada de los radicales

La izquierda se esfuma y la derecha se endurece. Aquel centro idealizado e inaprensible que tantos éxitos obtuvo, ha dejado simplemente de existir. A juzgar por la marcha de la campaña presidencial en Estados Unidos, las ideas políticas pertenecen todas al mismo campo y el único proyecto que entusiasma a sus partidarios es el de una derecha cada vez más extrema, que cabalga guiada por los más radicales, el Tea Party. La convención del Partido Republicano, espejo en el que cada cuatro años se miran los conservadores de todo el mundo, se inclina cada vez más a la derecha. Mientras que los demócratas y progresistas no se sabe muy bien hacia dónde se inclinan, qué quieren, salvo aguantar la embestida y mantener el poder donde lo tienen. Veremos la semana próxima si Obama sabe electrizarles y funciona también en su convención como un espejo global.

La mayor paradoja es que tiene enfrente a un candidato republicano como Mitt Romney, que no era en absoluto un radical, pero nominado por los radicales como el último recurso para evitar que Obama repita. Como gobernador de Massachusetts hizo todo lo que su partido ahora combate: en asistencia médica, en derecho al aborto o a los matrimonios homosexuales. Todos tenemos derecho a cambiar, dice. Y el suyo es un cambio drástico, a juzgar por la plataforma de su partido, la gente que le rodea, los gobernadores que le arropan en la convención y el vicepresidente que se ha buscado, Paul Ryan. Nada a su derecha. No ha empezado tan solo una cabalgada hacia la derecha sino también hacia el pasado. La última perla es el eventual regreso al patrón oro, que la plataforma del partido pretende estudiar y debatir.

Mitt Romney ahora mismo se sitúa en todo a la derecha de todos los presidentes republicanos desde la Segunda Guerra Mundial: Eisenhower por supuesto, pero también Nixon, Reagan, Bush padre e incluso Bush hijo. Fácilmente se moderará si gana. Bastará con que remolonee un poco en la aplicación de sus promesas. Sabe hacerlo: si antes se derechizó también se puede centrar. Pero está visto que cree que no ganará si se modera, hasta tal punto está radicalizado el electorado republicano. Lo que más teme es que los votantes más conservadores no acudan a las urnas, como le sucedió a McCain con 17 millones de evangelistas sureños que le fallaron.

De su inmediato antecesor republicano, Bush hijo, recupera lo peor de todo: a los neocons que le llevaron al desastre de Irak, a la guerra contra el terrorismo y la debilidad de Estados Unidos en la zona. Y no le imita, en cambio, en políticas inmigratorias más flexibles, sobre todo de cara a los hispanos. Otro Bush, el ex gobernador de Florida, Jeb, se lo reprochó hace unas semanas y le situó también a la derecha de la tradición presidencial republicana. No es una discrepancia secundaria, sino que afecta directamente a las posibilidades que tiene Romney de ganar la elección presidencial. Según las encuestas, Obama puede obtener un 60 por ciento del voto hispano, mientras el candidato republicano puede quedarse solo con un 23 por ciento. Para que gane el candidato republicano necesita duplicar las expectativas de voto de esta encuesta de julio pasado hasta el 38 por ciento, acercándose así al 40 por ciento obtenido por George W. Bush en las elecciones de 2004.

Los hispanos son un dolor de cabeza incomprensible para los republicanos. Aunque son conservadores se muestran históricamente poco receptivos a sus propuestas. Con el detalle de que crece su peso electoral en cada elección. Es probable que no tenga que ver tanto con los programas como con la evolución del partido republicano, cada vez más identificado como un partido de blancos anglosajones y de religión evangélica, frente a la capacidad de mestizaje del partido demócrata, donde los hispanos encuentran mejor acogida. El primero es el partido de los Estados Unidos tal como han sido hasta ahora y el otro de cómo serán a partir de ahora. Esta batalla, sin embargo, no se jugará en el futuro en el terreno de las ideas sino estrictamente donde se juegan las grandes batallas geopolíticas, que es el de la demografía.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
29 de agosto de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

El declive de las clases medias

La clase media de Estados Unidos se encoge y empobrece justo en el mismo momento en que se ensanchan y prosperan las clases medias de los países emergentes, Brasil, China, India, Rusia. Una encuesta del Pew Research Center ha detectado muy claramente esta curiosa modificación en la curva de una ascensión social que coincidía también con la hegemonía estadounidense en el mundo y que corresponde exactamente a la primera década del siglo XXI, a la que el centro de estudios sociológicos denomina la ?década perdida?. No es para menos: las clases medias han pasado de representar el 61 por ciento de la sociedad al 51 por ciento; sus ingresos anuales han disminuido de 72.956 dólares a 69.487, un 5 por ciento; y su riqueza (activos menos endeudamiento) todavía se ha encogido más, de 129.582 dólares de media a 83.150, un 28 por ciento, unas tendencias que probablemente también se están registrando en Europa y, sin duda alguna, en España.

La encuesta tiene una motivación electoral muy clara, apenas dos meses antes de la elección presidencial. De ahí que se pregunte a los encuestados sobre los motivos de este empobrecimiento, para observar cómo puede incidir en el comportamiento ante las urnas. Un 62 por ciento cargan las culpas sobre el Congreso, que se ha convertido en un obstáculo infranqueable para las decisiones y políticas anticrisis; un 54 por ciento cargan sobre los bancos y las instituciones financieras, que están en el origen de la crisis; un 47 por ciento sobre las empresas; un 44 carga sobre la herencia de Bush, mientras que un 34 lo hace sobre la presidencia de Obama; sólo un 8 por ciento lo atribuye a las propias clases medias; y un 34 por ciento a la competencia exterior.

Estas últimas razones merecen una especial atención. Nada ha favorecido más a la creación de riqueza en Europa y Estados Unidos que la globalización económica, con la caída de salarios que ha permitido las deslocalizaciones o la ampliación del consumo con la creación de mercados globales. Sin embargo, lo que ahora se apunta es que quienes mayor provecho han sacado de este proceso, al menos en la última década, son los más ricos de los países más ricos y las clases medias de los países emergentes, en detrimento precisamente de las clases medias europeas y americanas. Como si en el reparto del pastel global tuviera que ser constante la parte dedicada al grueso de la población, es decir, las clases medias, de forma que los salarios, la riqueza y el Estado de bienestar deberán disminuir en Europa y Estados Unidos para que aumenten en los BRIC.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
23 de agosto de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Arte Nacional

¿Hay un arte nacional catalán? Es una pregunta que mucha gente, catalanes incluidos, jamás se habrá planteado ni le importa. Yo no lo sé. Sí sé que el arte hecho por catalanes que más me interesa es sobre todo, si no exclusivamente, internacional. Nacional y arte son términos que casan en determinados períodos de la historia y en concretos territorios, aunque usualmente no suelen hacerlo por muy buenas razones. Pero tanto da, puesto que si nos entretenemos en descifrar el nombre críptico e impronunciable de uno de los mejores y más recomendables museos de Barcelona, deberemos concluir que sí existe el arte nacional catalán. En efecto, en la falda de la montaña de Montjuïc, instalado dentro de una horrenda construcción que responde al nombre de Palacio Nacional, se encuentra el MNAC, que alberga, entre muchas cosas interesantes, una colección maravillosa y única, que justifica por sí sola una visita al museo y a la ciudad, como son los frescos del románico del Pirineo, catalán por supuesto. Las siglas responden al largo y trabajoso nombre de Museu Nacional d´Art de Catalunya.

Un museo nacional dentro de un palacio nacional, con una nota de confusión adicional: el Nacional del Palacio no es el Nacional del Museo. El Palacio es nacional de la nación española y el Museo es nacional de la nación catalana. El primero, un pastel de estilo neorenacentista español, tan catalán como el museo en cuanto a autoría, fue una de las 'pièces de resistence' de la Expo de 1929, organizada en plena dictadura de Primo de Rivera, aquel personaje primero promovido por los burgueses catalanes y luego denostado por todos, para mostrar y exaltar, precisamente, el arte nacional? español. El segundo es uno de los más genuinos productos del arte local del pacto político, que ha dado una fructífera vida a los consorcios entre administraciones y tuvo su momento más feliz en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992: ayuntamiento, Generalitat e incluso ministerio de Cultura se sientan en su patronato. Los dos motores de este invento fueron el ayuntamiento socialista barcelonés y la Generalitat convergente, que se asociaron desde el primer día en una sociovergencia hecha de tensiones y acuerdos: el fallecido y ahora santificado Antoni Tàpies ideó un calcetín gigante y agujereado que debía colgar de la sala monumental del museo pero fue vetado por los instintos conservadores y antisocialistas predominantes en las filas nacionalistas. Pero entre los acuerdos figura el nombre: Nacional. A nadie le molesta, y al contrario, a todo el mundo le parece bien. Incluso a los escépticos en materia de arte nacional catalán. Un poeta e intelectual convergente, Carles Duarte, que preside el CONCA, otra sigla inextricable, con su correspondiente N, que quiere decir Consell Nacional de la Cultura i de les Arts, ha contado las razones de peso para tanta N: "Las tendencias (sic, ¿quería decir sentencias?) del Tribunal Constitucional -ha dicho al diari Ara- invitan a poner (nacional), porque lo cuestionan y te despiertan las ganas de decirlo alto y fuerte". Todo esto viene a cuento de que el director del MNAC, Pepe Serra, quizás olvidando toda esta extraña peripecia semántica, ha tenido la ocurrencia de plantearse en voz alta si este museo maravilloso no debería acogerse al prestigio de la marca Barcelona y a la venta de su mejor producto, los frescos románicos, para conseguir mayor impacto internacional y mayor atención del público. Sin darse cuenta de que el arte románico compite y en cierta forma interroga a la N de nacional y Barcelona hace lo propio con la C de Cataluña. Eso sucede, además, en un momento en que nuestras marcas internacionales sufren por efecto de la crisis, la insolvencia, la degradación de la deuda y los rescates europeos, con una única y especial salvedad consoladora: Barcelona. La capital catalana es una excepción en el paisaje de sufrimiento que vivimos: prestigio internacional, éxito turístico, niveles bajos de endeudamiento, buena solvencia e incluso inyecciones de liquidez municipal a las arcas del gobierno catalán. Cataluña y España son marcas a la baja, mientras Barcelona sigue subiendo y triunfando. No importa. La polémica ha quedado rápidamente zanjada desde el gobierno catalán: nadie tocará esas siglas. Desde el CONCA se ha procurado, sin embargo, no desautorizar al director del MNAC: Duarte considera que aporta ?dinamismo, capacidad y experiencia? y que su propuesta no debe ser banalizada. Algo se deduce de esta tormenta en el vaso de agua, o en el tarro de las esencias. Pepe Serra ha hecho una muy oportuna observación sobre la realidad catalana y barcelonesa desde la dimensión global y compleja del mundo en que vivimos, un lugar donde el anciano y casposo matrimonio entre el arte y las naciones está más bien de capa caída. Quizás su idea no avance ahora, pero ha puesto el dedo en la llaga. Ya avanzará algún día. Barcelona es un valor sólido y en alza, y el resto, en cambio, no es más que ideología.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
18 de agosto de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Lecturas geopolíticas de Londres 2012

El mundo es decididamente bipolar, como ya no fue en Pequín. Arriba del todo el G2: Estados Unidos y China. Los BRICS emergen solo parcialmente: Rusia y China sí, Brasil, India y Surafrica no. Especialmente dramáticos son los resultados ínfimos de India, que a veces pretende retar a China en el continente asiático y tiene una población y una economía que no se corresponden con su deporte. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas todavía cuenta, y mucho: los cuatro primeros tienen derecho de veto y Francia, que también lo tiene, es séptima (un buen resultado contra el declinismo), solo con Corea derl Sur y Alemania por delante.

A simple vista se percibe que el cambio geopolítico tarda en hacerse notar en el deporte. La lectura del medallero, sobre todo si se hace de forma evolutiva, ofrece numerosas ideas para la reflexión. A simple vista pueden observarse cosas curiosas, con la ayuda de la tabla del New York Times. España  no está mal situada y es el primer país de lengua española en resultados deportivos. El siguiente es ni más ni menos que Cuba. México queda muy atrás, igualado con Georgia y por debajo de Colombia (tercero entre los hispánicos): es la India hispana, emergente pero sin fuerza deportiva. Primer país europeo, Reino Unido. Primero del euro, Alemania, que bate a Francia. Primer africano en oro, lejos, muy lejos, Suráfrica, y en total de medallas, Kenia. Primer país árabe: Túnez, sí donde empezó la revolución, pero demasiado lejos. Los resultados del deporte árabe tampoco se corresponden, ni a la población ni a la riqueza. Donde menos, en la península árabiga: el primer país en el medallero es Catar, con dos bronces: prefieren fomentar el deporte y sobre todo el fútbol europeo. Arabia Saudí, superpotencia petrolera y geoestraégica, está en la cola absoluta: un bronce. Caben muchos ejercicios más. Los puede hacer el lector por su cuenta. Sugerencias. Además de continentes y lenguas, puede hilar más fino. Tener en cuenta las religiones, por ejemplo. Entrar en detalles de lengua y religión dentro de países donde hay pluralidad: Estados Unidos es un país hispano, India musulmán. Sumar todos los europeos. Los que están en el euro luego. O los rescatados y rescatables: no tan mal por cierto. Dedicarse a separar para luego volver a rehacer la tabla: hombres y mujeres, por ejemplo. O países: Cataluña de España, Escocia de Reino Unido, Flandes de Bélgica, la Padania de Italia, o Kurdistán de Turquía, Irak, Irán y Siria. Pero estos últimos ejercicios son muy difíciles, porque hay que hacer la simulación con las fichas de los deportistas. Seguro que algunos lo harán, aunque solo sea para darse gusto.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
13 de agosto de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Melancolía y arrogancia

He leído muchas informaciones sobre el juicio público por asesinato celebrado este pasado jueves contra Gu Kailai, la esposa de Bo Xilai, el dirigente chino ahora caído en desgracias. Pero ninguna me ha proporcionado tanta información como las imágenes videográficas y las fotos de la acusada, sobre todo si se comparan con las fotos anteriores a su detención, hace seis meses.

La calidad de las informaciones publicadas sobre el caso es bastante notable, sobre todo si se tienen en cuenta que la justicia china no brilla precisamentre por su transparencia. Especialmente en un asunto que afecta a la esposa de uno de los dirigentes comunistas más destacados, que aspiraba a ocupar una de las más altas magistraturas, una de las nueve sillas del comité permanente, la institución más alta del Partido Comunista que dirige el país. Solo dos observadores occidentales, diplomáticos británicos ambos, han podido asistir a la sesión pública del juicio. Un estudiante bloguero que asistió a las siete horas de la sesión pública hizo un recuento detallado en su página web, denominada renren.com, que luego fue corroborado por la agencia oficial Xinhua y por dos abogados, según la narración detallada del Times de Nueva York. La abundancia de datos, sin embargo, apenas permite saber qué ha sucedido entre la detención de Gu Kailai en marzo y ahora en julio, sobre todo porque las informaciones proporcionadas por las autoridades conducen a construir un caso de delito común donde todos los observadores ven un juicio con causas y consecuencias políticas. Bo Xilai representaba el ala más conservadora del comunismo chino, que corresponde paradójicamente a la más igualitaria y maoísta, y la detención de su esposa por asesinato ha significado su derrota en los últimos compases de la quinta suceción en la cúpula del Estado en favor de los más liberales. Las últimas consecuencias de esta batalla se verán en la composición del nuevo comité permanente que saldrá del próximo congreso del PC de China. Que los conservadores sean los izquierdistas y los progresistas los más liberales no es la única paradoja de la China contemporánea. El caso Bo Xilai ha permitido observar a los ciudadanos chinos como el neomaoísmo, que ha hecho bandera del combate contra la corrupción, no es incompatible con el enriquecimiento y el lujo, e incluso con el crimen mafioso. En todo caso, la idea transmitida por los medios oficiales es que la esposa de Bo Xilai es una mujer ambiciosa y desequilibrada, que ha puesto en peligro o incluso ha arruinado con sus comportamientos la carrera de su marido, hasta ahora acusado oficiosamente meramente de comportamientos incorrectos dentro del partido. La justicia china, en un caso como este que afecta a la cúpula del poder, ha actuado como en el clásico modelo de la caja negra, en el que conocemos los datos que entran y los que salen pero nada sabemos de los que ocurre dentro. Es exactamente lo contrario de lo que pretende conseguir la justicia occidental con el proceso público, las garantías de defensa y el procedimiento contradictorio. Lo más relevante e interesante del caso se ha decidido y jugado en el secreto del proceso previo que ha realizado el partido, del que solo ha sido un palidísimo reflejo la vista pública de la que hemos conocido algunos datos. Para mi gusto, el mejor reflejo de lo ocurrido en este tiempo lo encontramos en la comparación entre el rostro melancólico y arrogante de Gu Kailai anterior a la detención y la imagen adocenada y vulgar que ofreció en el juicio. Difícilmente una persona engorda durante un largo período de detención e interrogatorio, que es una de las más evidentes cosas que le han sucedido a la acusada. Ha ganado peso, probablemente como decisión de las autoridades, pero ha perdido algo muy importante como es su aspecto especial y distinguido de aristócrata roja, como hija que es de un notable militar maoísta y esposa de un príncipe del régimen.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
11 de agosto de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Y la Oca del señor Obama

Hace cuatro años ya de La Oca del señor Bush, el libro que publiqué en la recta final de la campaña presidencial que llevó a Barack Obama a la Casa Blanca. Se iba un presidente calificado por un amplio panel de historiadores como el peor de la historia de los Estados Unidos y llegaba por primera vez, coincidiendo con una crisis económica pavorosa, un ciudadano afro americano a la Casa Blanca, una mansión que fue construida por esclavos negros. Mucho ha cambiado el mundo y mucho también, aunque no tanto, ha cambiado Estados Unidos desde entonces. Pero hay algunas cosas que no han cambiado o que si lo han hecho ha sido incluso a peor: Bush nunca llegó tan lejos en el uso de los drones o aviones no tripulados para la ejecución extrajudicial de los enemigos de Estados Unidos en el extranjero; su actitud bélica tan resolutiva, sobre todo en la guerra preventiva de Irak, nunca pudo llegar tan lejos como Obama a la hora de liquidar a Bin Laden en Pakistán, país aliado en el que penetraron las fuerzas especiales que protagonizaron la operación sin permiso ni comunicación alguna a las autoridades locales; y, finalmente, el actual presidente ?acaba de superar todas las anteriores administraciones en cuanto a persecución de las filtraciones? que afectan a la seguridad, según el ex director del New York Times, Bill Keller.

El contexto en que se producen estas regresiones en el derecho internacional y en la libertad de prensa es muy distinto al de hace cuatro años. Bill Keller ha señalado también la histeria de los republicanos ante las filtraciones de información sobre la liquidación de enemigos, el uso de agentes dobles o la guerra cibernética contra Irán, que son las cuestiones que han llevado a la administración demócrata a tomar medidas y al Congreso iniciativas legislativas que el ex director del NYTimes califica como Ley para Mantener al Ciudadano a Oscuras (Keep Americans en the Dark Act). Para resumir el problema: hay muchas continuidades entre Obama y George W. Bush, aunque para el candidato republicano Mitt Romney todavía son pocas. Hace unos pocos meses, antes de que los republicanos se aclararan sobre su candidato y cuando todavía prestaban una atención restringida al presidente, escribí con el título de este post, Y la Oca del señor Obama, un texto sobre las continuidades entre el presidente de la guerra preventiva y el presidente del cambio. Así empezaba dicho texto: ?No ha terminado la oca. Este es un juego que nunca termina, sea quien sea el presidente de los Estados Unidos. La regla de oro del poder presidencial es la decepción, palabra que tiene una interesante amplitud semántica por cuanto significa tanto engaño como desilusión. Hay desilusión porque hubo engaño, pero no toda la desilusión tiene su origen en un engaño. Su raíz está en la profundidad histórica de la decepción, hija directa de la esperanza. Hay decepción porque ha habido esperanza y porque han sido muy altas las expectativas levantadas. ?Así ha sucedido con Barack Obama y la audacia de su esperanza. Algunos le acusarán de engaño: ahí está la lista de las promesas incumplidas, con el cierre del campo de detención de Guantánamo en cabeza, que debía producirse en el primer año y todavía no ha acaecido. Con independencia de que sea o no suya la responsabilidad directa del incumplimiento, los cimientos efectivos de la decepción los había echado Obama mucho antes gracias a su osadía, no a sus promesas y programas electorales: nadie anteriormente con una biografía y un nombre como los suyos se había propuesto seriamente alcanzar la Casa Blanca?. Quien quiera seguir leyendo puede hacerlo en la edición digital del libro publicado hace cuatro años, que entonces no apareció en versión e-book y ahora estará a disposición de los lectores digitales a partir del 7 de septiembre. El texto en cuestión es precisamente el prólogo que he escrito para esta nueva edición en e-book, a la que los lectores tendrán acceso libre mediante la descarga del ?sample? o muestra que se encuentra ya ahora a su disposición en algunos soportes (Casa del Libro o la aplicación iBooks para iPad) aunque todavía no en Amazon.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
8 de agosto de 2012
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.