Víctor Gómez Pin
Me refería en la columna anterior a entidades a las cuales la propiedad que se les atribuye y que debería caracterizarlas la comparten intrínsicamente con otra entidad, entidades que en consecuencia resulta difícil caracterizar como individuos. Sin duda no nos encontramos con cosas de este tipo en nuestra vida cotidiana. Y sin embargo la referencia a estas cosas rarísimas, por meramente relacionales, no es extraída de uno de los fascinantes capítulos de la Ciencia de la Lógica de Hegel, sino de la ciencia natural de nuestra época, y concretamente de la disciplina que está mayormente marcando ese mismo entorno cotidiano, el cual se resiste a ser reflejo de lo que subyace, de tal manera que la Mecánica Cuántica ( tal es su paradoja) efectúa previsiones en base a hipótesis que contradicen no ya la apariencia (eso es clásico) sino el entramado mismo de aquello sobre lo cual efectúa previsiones.
En cualquier caso esos raros individuos que no pueden ser tales juegan un papel en el trasfondo, en ese universo larvado que constituyen las partículas elementales.