
Sergio Ramírez
Un estilo y un método de comunicación que los jóvenes serán capaces de imponer en el futuro a la sociedad a través de los colegios y universidades, y de las empresas donde tengan sus puestos de trabajo, con lo que estarán creando un nuevo mundo, o lo están haciendo ya; así como los instrumentos tecnológicos que hacen posible este mundo, son obra también de jóvenes y adolescentes.
Un diario impreso, la maravilla de la sociedad industrial a lo largo del siglo veinte, nos sigue contando lo que pasó ayer; pero ya nadie se entera a través de los diarios de lo que pasó ayer, salvo que se trate de sus ediciones en versión electrónica, que deben cambiar minuto a minuto sus titulares, y apoyarse en voz y en video, para buscar emparejarse con el flujo informativo constante que se genera desde miles de sitios en Internet. Se trata hoy en día nada menos que de competir, desde el papel, con espacios de noticias que nunca tienen cierre, porque siempre se están haciendo, y para los cuales no existe el ayer, y el presente es precario y volátil.
Y el diario que habrá podido resistir el choque con el iceberg, será aquel que no imprima en su portada la gran noticia de ayer, porque habrá pasado a otra dimensión de la información, ofreciendo más puntos de vistas que noticias, más análisis, más espacios de formación de opinión, más investigaciones.