Vicente Verdú
No estoy seguro de saber explicarlo y encima no tengo demasiadas ganas para elucubrar con detenimiento. Mi proposición es ésta: la experiencia lleva al amor y el amor halla su mayor bienestar en la experiencia. No sabemos qué es el amor y apenas podemos concretar el grado de la experiencia. No sabemos de qué experiencia hablamos ni qué suerte de amor se introduce en esta afirmación. Es, sin embargo,cierta la intuición y su consecuente verdad a falta de pruebas. La experiencia ama a las personas y ama a las máquinas, ama al oficio y a sus oficiantes. Es, en definitiva, sin habernos dado cuenta, una fuente de saber y de amor, que se intercambian. Amoroso. Una ignorada afección.