Galería de espectros: San Juan Evangelista
Rafael Argullol: Hoy, en mi galería de espectros, he visto el de San Juan en Patmos.
Delfín Agudelo: ¿Dónde lo has visto? ¿Acaso escribiendo esa gran obra que lo inmortalizó?
Rafael Argullol: Lo he visto, como siempre que me acuerdo de San Juan Evangelista, en el cuadro de Piero Della Francesca que está actualmente en la Fritz Collection de Nueva York. Éste es un cuadro que llama la atención por su poderío, por el color, sobre todo por el color de su túnica que encuadra el rostro de un personaje que a pesar de la edad tiene todavía una energía considerable, que está leyendo quizás la propia revelación que recibe. Me impresiona mucho porque San Juan Evangelista es quizá el personaje que en la pintura sufre una metamorfosis más brutal. En el renacimiento y en el barroco aparece frecuentemente como el más joven de los apóstoles de Cristo, sin barba; en ocasiones en la santa cena recostado sobre el pecho de Cristo, que le considera según los Evangelios el discípulo más amado. Luego reaparece todavía joven junto con las santas mujeres al pie de la cruz de Cristo cuando descienden el cuerpo de éste. Es un personaje extraordinariamente sensible, diríamos casi hiper-sensible, algo femenino, y después, al cabo de muchos años, reaparece como anciano en un personaje completamente distinto, en un rol diferente, que es el autor del Apocalipsis. Y ahí encontramos dos figuras, por un lado la delicada, casi femenina del que está en la Santa Cena o al pie de la cruz, y luego esa figura terrible del solitario de la isla de Patmos, que recibe la revelación más negra que pueda concebirse, y convierte esta revelación en uno de los textos literarios más intrigantes de toda la historia. Veo el espectro de San Juan Evangelista e imagino el Apocalipsis que casi lo veo como una especie de novela policíaca cósmica, en la cual a través de un dominio extraordinario del suspense, se van sucediendo los signos que van a provocar la aniquilación del mundo y la aniquilación del hombre. Es como una construcción arquitectónica literariamente perfecta del suspense a través de los sellos, trompetas, bestias. Este hombre, discípulo delicado, se convierte en el autor más negro que ha existido en la literatura universal. Y veo el cuadro de Piero Della Francesca y pienso en el potencial de la imaginación humana, incluyendo el potencial para la destrucción.