Skip to main content
Blogs de autor

Galería de espectros: Hamlet

Por 25 de enero de 2008 Sin comentarios

Rafael Argullol

Rafael Argullol:  Hoy en mi galería de espectros me he topado con el de Hamlet.
 
Delfín Agudelo: Parece un juego de espejos, porque en la obra de Shakespeare es Hamlet quien se topa con el espectro de su padre.
 
R.A.: Eso es cierto y sin embargo no se por qué siempre que pienso en Hamlet pienso en él como el espectro. Quizá porque mi relación con el personaje Hamlet siempre ha sido muy ambigua. Cuando era muy joven simpatizaba con él pero a medida en que han pasado los años me he alejado. Incluso en algunos momentos he llegado a sentir una franca antipatía por él. Me ha parecido que no sólo es la encarnación espectral de la duda permanente que hay en todos nosotros, sino que, en su caso, esa duda con frecuencia le hace derivar hacia un egoísmo completamente destructor y maligno. Hamlet no es alguien que verdaderamente rinde homenaje a la figura de su padre, ni cumpla realmente la deuda que tiene o que cree tener con su padre. Esa vacilación, esa impotencia quizá demasiadas veces teñida de cobardía, le hace emprender un camino completamente exterminador. Nunca me ha parecido que fueran justificadas las muertes que provoca. Fundamentalmente no me parece justificada la muerte por dolor que causa en Ofelia, ni la falta de lealtad que tiene con sus amigos, ni incluso su odio hacia la madre y al padrastro, a pesar de que es un odio plenamente razonado por el hecho de que es el odio hacia los asesinos. Es un odio que a veces parece hacia la vida o hacia la plenitud de sentidos inmorales que éstos demuestran, y que él es incapaz de asumir. Es un hombre que va retrasando continuamente la iniciación de la vida y su asunción. He visto en Hamlet -y por eso quizá he tenido esa progresiva antipatía-la personificación de la adolescencia perpetua que nuestra época ha entronizado como figura central del escenario. Es la incapacidad de tener la frescura y la amoralidad rica del niño, y la incapacidad de tener también la responsabilidad del adulto, incluso para emprender caminos peligrosos. Siempre queda como colgado en un espacio de suspensión. Por eso Hamlet, a medida que he ido pensando  en él, lo he terminado viendo como un puro espectro más espectral que su padre, porque lo he visto incapaz para la vida. En ese caso el espectro de Hamlet no es el de aquél que ha tenido la vida y la ha perdido; es el de aquél que pese a todo no la ha tenido.

profile avatar

Rafael Argullol

Rafael Argullol Murgadas (Barcelona, 1949), narrador, poeta y ensayista, es catedrático de Estética y Teoría de las Artes en la Facultad de Humanidades de la Universidad Pompeu Fabra. Es autor de treinta libros en distintos ámbitos literarios. Entre ellos: poesía (Disturbios del conocimiento, Duelo en el Valle de la Muerte, El afilador de cuchillos), novela (Lampedusa, El asalto del cielo, Desciende, río invisible, La razón del mal, Transeuropa, Davalú o el dolor) y ensayo (La atracción del abismo, El Héroe y el Único, El fin del mundo como obra de arte, Aventura: Una filosofía nómada, Manifiesto contra la servidumbre). Como escritura transversal más allá de los géneros literarios ha publicado: Cazador de instantes, El puente del fuego, Enciclopedia del crepúsculo, Breviario de la aurora, Visión desde el fondo del mar. Recientemente, ha publicado Moisès Broggi, cirurgià, l'any 104 de la seva vida (2013) y Maldita perfección. Escritos sobre el sacrificio y la celebración de la belleza (2013). Ha estudiado Filosofía, Economía y Ciencias de la Información en la Universidad de Barcelona. Estudió también en la Universidad de Roma, en el Warburg Institute de Londres y en la Universidad Libre de Berlín, doctorándose en Filosofía (1979) en su ciudad natal. Fue profesor visitante en la Universidad de Berkeley. Ha impartido docencia en universidades europeas y americanas y ha dado conferencias en ciudades de Europa, América y Asia. Colaborador habitual de diarios y revistas, ha vinculado con frecuencia su faceta de viajero y su estética literaria. Ha intervenido en diversos proyectos teatrales y cinematográficos. Ha ganado el Premio Nadal con su novela La razón del mal (1993), el Premio Ensayo de Fondo de Cultura Económica con Una educación sensorial (2002), y los premios Cálamo (2010), Ciudad de Barcelona (2010) con Visión desde el fondo del mar y el Observatorio Achtall de Ensayo en 2015. Acantilado ha emprendido la publicación de toda su obra.

 

Obras asociadas
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.