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Y huye de ellos la muerte

Por 27 de septiembre de 2019 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Víctor Gómez Pin

"Y en esos días buscan los hombres la muerte, y no la encuentran; y desean morir y huye de ellos la muerte". (Apocalipsis 9,6).
 

Tras el suicidio de Jeffrey Epstein en una prisión de Nueva York, donde se hallaba acusado de gravísimos delitos de carácter sexual, la prensa se hizo eco de negligencias por parte de los responsables de la prisión, dado que días atrás habría fracasado en un primer intento de suicidio. De hecho ciertos analistas se escandalizaron de que en una prisión de alta seguridad (la misma en la que fue recluido el narco mexicano El Chapo) quepa alguna posibilidad de que un interno tenga medios para atentar contra su propia vida.

Sin duda cabe pensar que las motivaciones de los legisladores a fin de excluir toda posibilidad de suicidio tienen base en consideraciones humanistas: la situación de prisión puede provocar una depresión pasajera de la que se espera el sujeto se repondrá; privarle de los medios de darse muerte sería pues tan imperativo para los responsables de la prisión como para el médico intentar salvarle caso de efectivo intento.

Sin embargo entre las críticas de las que fueron objeto los gestores del centro, llama la atención la formulada por una de las víctimas. Sin ambages, esta les acusaba, no de haber fallado a un deber de custodia de la vida, sino de haber posibilitado que el acusado escapara al castigo. Escapara, eso sí, al precio de la muerte, pero al fin y al cabo…escapara. El diario El País se hacía eco de sus palabras exactas: "Deberemos vivir con las cicatrices de sus acciones el resto de nuestras vidas, mientras que él no se enfrentará nunca a las consecuencias de los crímenes que cometió".

Una cosa es imponer la muerte a un reo y otra muy diferente exigirle que a toda costa…viva. En el caso de un malhechor hay pocas dudas de que ello esconde una sombra de venganza, una exigencia de que pague en el dolor y la tiniebla. Pero la cosa va más allá del castigo por delitos más o menos ignominiosos. Y toca de pleno a la reivindicación del derecho moral de morir. Asunto sobre el que volveré. Retomo ahora la frase del Apocalipsis que citaba al principio, insertándola en el contexto (traducción de Patxi Lanceros en edición de Abada con un impagable prólogo del traductor):

"Y tocó el quinto ángel. Y vi caer una estrella desde el cielo hasta la tierra. Y se le dio la llave del pozo del abismo, y subió humo desde el pozo, como humo de un gran horno, y se oscurecieron el sol y el aire por el humo del gran horno. Y de este humo salieron langostas a la tierra .Y se les dio potestad, como la potestad que tienen los escorpiones de la tierra. Y les fue dicho que no dañaran la hierba de la tierra, y ninguna verdura, ni ningún árbol, sino a los hombres que no tienen la señal de dios sobre sus frentes. Y no se concedió que los mataran, sino que fueran torturados cinco meses. Y su tortura es como la tortura del escorpión cuando pica al hombre. Y en esos días buscan los hombres la muerte, y no la encuentran; y desean morir y huye de ellos la muerte".

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Víctor Gómez Pin

Victor Gómez Pin se trasladó muy joven a París, iniciando en la Sorbona  estudios de Filosofía hasta el grado de  Doctor de Estado, con una tesis sobre el orden aristotélico.  Tras años de docencia en la universidad  de Dijon,  la Universidad del País Vasco (UPV- EHU) le  confió la cátedra de Filosofía.  Desde 1993 es Catedrático de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), actualmente con estatuto de Emérito. Autor de más de treinta  libros y multiplicidad de artículos, intenta desde hace largos años replantear los viejos problemas ontológicos de los pensadores griegos a la luz del pensamiento actual, interrogándose en concreto  sobre las implicaciones que para el concepto heredado de naturaleza tienen ciertas disciplinas científicas contemporáneas. Esta preocupación le llevó a promover la creación del International Ontology Congress, en cuyo comité científico figuran, junto a filósofos, eminentes científicos y cuyas ediciones bienales han venido realizándose, desde hace un cuarto de siglo, bajo el Patrocinio de la UNESCO. Ha sido Visiting Professor, investigador  y conferenciante en diferentes universidades, entre otras la Venice International University, la Universidad Federal de Rio de Janeiro, la ENS de París, la Université Paris-Diderot, el Queen's College de la CUNY o la Universidad de Santiago. Ha recibido los premios Anagrama y Espasa de Ensayo  y  en 2009 el "Premio Internazionale Per Venezia" del Istituto Veneto di Scienze, Lettere ed Arti. Es miembro numerario de Jakiunde (Academia  de  las Ciencias, de las Artes y de las Letras). En junio de 2015 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad del País Vasco.

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