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Nuestra naturaleza

Por 16 de febrero de 2011 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Víctor Gómez Pin

De la correspondencia con Felix de Azúa de la que aquí  he venido haciendome  eco, me inquieta el siguiente párrafo sobre el tema recurrente del capitalismo como expresión social de la naturaleza humana : "Es simple condición humana y del mismo modo que los intentos de mejorar esa condición por la fuerza de las armas han conducido a masacres espantosas y a una mayor miseria cuando se produjeron en nombre de Dios, así también cuando se producen en nombre de la filosofía, del proletariado, de la nación o de cualquiera de los dioses secularizados en el XIX".

Interviene Basilio Baltasar en el intercambio de mensajes entre Felix  y yo mismo. Respecto a la tesis de Azúa  relativa a que  el capitalismo vendría a ser la expresión histórica de nuestro código genético,  Basilio me indica que  no ve  inconveniente mayor en aceptarla "como una más de las atribuladas verdades con que la condición humana se enfrenta a su incierto destino". Verdad  que entre otras cosas, explicaría  que el poder financiero se imponga sobre los estados que se hallarían aun tentados de   poner alguna traba a la rapiña de los poderosos sobre los débiles. No obstante Basilio hace la siguiente observación: 

 "Félix deja pendiente el asunto del que estamos hablando desde el año 1: ¿nos resignamos o nos refutamos? ¿Encauzamos la eclosión de nuestra "naturaleza" o damos rienda suelta a sus deseos? Evidentemente, el capitalismo salvaje es una consecuencia del hombre salvaje. Por eso hemos imaginado un proyecto civilizatorio. ¿O no?"

Por hoy dejo la pregunta abierta,  con una precisión: No me parece claro que el capitalismo salvaje sea una consecuencia del hombre salvaje, al menos si por salvaje entendemos un ser humano que, por una razón u otra, ha sido apartado del horizonte del lenguaje y de la vida mediatizada por símbolos. Como muchas de las cosas que remiten al fantasma de un mal radical, la explotación de los humanos no es tanto expresión  de retorno a la selva como expresión del aspecto sombrío de la razón y el lenguaje.

Hace un par de años comentaba aquí mismo mi sorpresa de que el término bestia (utilizado como sinónimo de no civilizado) fuera una y otra vez utilizado para referirse a aquel ser -desde luego bien humano- que en Austria había mantenido a su hija encerrada en un sótano convirtiéndola en objeto sexual. Haciendo una relación de casos de este tipo a fin de justificar una de sus tesis, Freud dice retoricamente "¡pero basta de tales horrores!". Horrores que- como la desolada situación económico social de Haití- tan sólo el hombre provoca…aunque la naturaleza acuda de vez en cuando en su ayuda.

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Víctor Gómez Pin

Victor Gómez Pin se trasladó muy joven a París, iniciando en la Sorbona  estudios de Filosofía hasta el grado de  Doctor de Estado, con una tesis sobre el orden aristotélico.  Tras años de docencia en la universidad  de Dijon,  la Universidad del País Vasco (UPV- EHU) le  confió la cátedra de Filosofía.  Desde 1993 es Catedrático de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), actualmente con estatuto de Emérito. Autor de más de treinta  libros y multiplicidad de artículos, intenta desde hace largos años replantear los viejos problemas ontológicos de los pensadores griegos a la luz del pensamiento actual, interrogándose en concreto  sobre las implicaciones que para el concepto heredado de naturaleza tienen ciertas disciplinas científicas contemporáneas. Esta preocupación le llevó a promover la creación del International Ontology Congress, en cuyo comité científico figuran, junto a filósofos, eminentes científicos y cuyas ediciones bienales han venido realizándose, desde hace un cuarto de siglo, bajo el Patrocinio de la UNESCO. Ha sido Visiting Professor, investigador  y conferenciante en diferentes universidades, entre otras la Venice International University, la Universidad Federal de Rio de Janeiro, la ENS de París, la Université Paris-Diderot, el Queen's College de la CUNY o la Universidad de Santiago. Ha recibido los premios Anagrama y Espasa de Ensayo  y  en 2009 el "Premio Internazionale Per Venezia" del Istituto Veneto di Scienze, Lettere ed Arti. Es miembro numerario de Jakiunde (Academia  de  las Ciencias, de las Artes y de las Letras). En junio de 2015 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad del País Vasco.

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