Víctor Gómez Pin
El nihilismo (ese apagamiento del alma humana que conduce a denunciar como ilusorio todo proyecto de realización espiritual, y que suele tener como corolario la reducción de la motivación humana a la mera subsistencia) amenaza aun en los momentos en que menos cabría esperarlo, adoptando formas muy sofisticadas. Es sorprendente su inesperada emergencia en la historia del arte, aunque también cabría encontrar ejemplos igualmente significativos en la historia del pensamiento filosófico o científico.
Hace medio siglo se estrena en el teatro La Fenice de Venecia la ópera de Stravinsky The Rake’s Progress "La carrera de un libertino". En una producción de hace cinco años firmada por el director de escena francés Olivier Spy (recientemente repuesta en el Palais Garnier de Paris) se enfatizaba el hecho de que, más allá de lo casi forzosamente convencional de la música (repudiada en su día por todos aquellos que teniendo confianza en el genio renovador de Stravinsky la percibieron como un verdadero pastiche), lo importante de la obra residiría en la voluntad del protagonista de escapar a la dialéctica del deseo y el deber: ni Don Giovanni, ni el héroe de "Solo ante el peligro" para entendernos.
Esta tentativa conduce al protagonista, Tom Rakewell, a caer en los brazos de Baba la Turca, mujer barbuda con lo que llega a casarse, no por venalidad, sino por entrega a lo absurdo. Olivier Spy señala que desde su arranque como hombre rico y deseado hasta su abismal caída en el manicomio, pasando por el episodio de Baba la Turca, la carrera del anti-héroe de Stravinsky sería el paradigma del destino humano.
Stravinsky versus Breton, cabría decir, al menos si del Stravinsky de The Rake’s Progress se trata, pero hay ciertamente otro Stravinsky, hacia el que se vuelca la mirada los oídos y el espíritu que quiere pensar amar, forjar una metáfora y huir del pastiche. Hay otro Stravinsky quizás cercano a lo que embarga la mente cuando se piensa en esa Venecia en la que su estrena su ópera y escoge como lugar de su muerte.