Víctor Gómez Pin
XIII El precio de sacrificar las fábulas
Uno de los aspectos que más interesa en esta reflexión filosófica sobre la naturaleza son las diferentes interpretaciones que cabe dar a la teoría cuántica, muy a menudo presentadas como interpretaciones de un formalismo matemático pero que en realidad van más allá de este extremo. Hay al respecto algo que enfatizo en otro lugar, a saber que la divergencia de interpretaciones es una divergencia puramente teorética en el sentido de que no se trata de divergencias respecto a la práctica de la disciplina y a la manera de conducir los experimentos. Ello se pone particularmente de relieve en el llamado problema de la medida, quizás el nudo mayor al que se enfrentan los teóricos, y no los prácticos, pues las sutilísimas especulaciones en el primer registro (en 1961 Eugene Wigner llega a introducir la temática de la conciencia para dar cuenta de la medida cuántica, asunto en el cual ya le había precedido von Neumann) carecen de consecuencias en el segundo. Hay pues tanto acuerdo en los resultados (piénsese que algunos de los teóricos que aquí se evocan han sido grandes experimentalistas) como desacuerdo a la hora de posicionarse sobre la significación de los mismos. [1]
La posición de un pragmatista se halla fuertemente espaldada por estos hechos. Dado que la discusión (por ejemplo entre la versión canónica o de Copenhague y la versión de Einstein que intenta acercarse a la física clásica o la de de Broglie Bohm, que reintroduce el determinismo) no tiene consecuencias experimentales, pasemos de ella y atengámonos a los experimentos, viene a decir el pragmatista Suppens en una frase de enorme claridad:
"Todas estas interpretaciones trabajan a partir de los mismos datos empíricos, es decir, de los mismos hechos experimentales, y todas dan esencialmente la misma interpretación operativa de esos datos. Lo diferente es la extensión conceptual o metafísica más allá de tales datos experimentales, que implican la muy diversa pluralidad de puntos de vista, desde la interpretación de Broglie Bohm a (…) los múltiples mundos de Everett (…) Por ello estas interpretaciones aparecen como fábulas, del pasado, cuentos con intriga, a menudo de gran interés intelectual, pero pragmáticamente no muy relevantes " (P.250)
El autor insiste una y otra vez en la obviedad "el punto de vista pragmático no se ve en lo esencial afectado" por tales fábulas. Pero su reconocimiento del gran interés intelectual de las mismas revela el sacrificio que habríamos de efectuar para satisfacernos con su punto de vista. Como más arriba sugería esta actitud no está lejos de la que manifiesta el ciudadano rodeado de parafernalia electrónica en relación a aquello que la posibilita. Si se considera que lo importante es el confort que la técnica procura, resulta realmente ocioso (en relación a lo que cuenta), el discutir sobre la estructura y comportamiento de las partículas elementales, sin cuya observación sin embargo no se hubiera desarrollado la tecnología. Hay aquí como un repudio de nuestra condición de seres llamados al conocimiento, que encierra quizás un pesimismo sobre el hecho de que la realización plena de tal condición sea posible y en verdad satisfactoria.
Ciertamente el pragmatista objetará que le mueve esa modalidad de conocimiento que es la física. Pero el filósofo responderá que la física no puede – o no debe- hacer abstracción de las interrogaciones a las que la propia disciplina conduce, aunque ya no tengan importancia para el despliegue de la misma. Y ese mismo filósofo estará tentado de decir que el hecho mismo de que la divergencia ya no tenga consecuencias prácticas constituye (dado que procede de lo que sí tiene consecuencias prácticas -como hemos visto los descubrimientos cuánticos determinan nuestro mundo) tanto un indicio de su dignidad, como la prueba de que la teoría constituye la causa final de la actividad científica.
[1] Suppens señala oprtunamente: "the experimental articles from one end of standard quantum mechanics to another will scarcely mention any aspect of this part of the interpretation . What they will use will be the standard theory of bounded operators in Hilbert space, but even here, in the papers closed to experiment, the mathematical apparatus set forth explicitly by von Neumann will scarcely be invoked" (p.247).Y algo más adelante:
"The remarkable thing about these many interpretations of quantum mechanics is that no new experimental results come out as predictions and, consequently, an empirical choice of the sole correct view is no possible. It is also the case that most experimental physicists will be essentially unaware of the development of schotastic mechanics by Nelson and others"(p.249)