Vicente Molina Foix
Comento brevemente los comentarios a mi comentario sobre el Nobel de Vargas Llosa. Todos los agradezco, excepto los pocos, dos o tres, que se permiten el insulto personal, esa característica tan frecuente (y tan flagrante) en la escritura de la Red.
A los patriotas que se han sentido ofendidos por mi reflexión sobre Miguel Ángel Asturias les responde mejor de lo que yo podría hacerlo ‘Isabel’, a quien podríamos llamar la comentarista número 25. Jamás me fijo en la nacionalidad de los artistas que admiro, y es paradójico que alguien me tache ahora de gachupín, cuando lo que más me han llamado siempre en España es extranjerizante de gustos. Tranquilizo en todo caso a ‘Mar Vila’, que ve la mano negra catalanista en mi escrito. No soy catalán, ni he vivido jamás en Cataluña.
También informo a ‘Aulic’ de que he escrito más de una vez (en la revista Letras Libres, en El País, en otros medios) sobre la obra de Mario Vargas Llosa, y no necesitaba en este caso, tratándose mi entrada de un breve apunte de celebración de su premio, reiterar unos elogios que me saldrían espontáneamente y comparto (imposible pues la originalidad) con tantísima gente repartida por todo el mundo.
Y yo no sería tan osado como ‘Diego Giraldo’ en su vaticinio irónico. Si repasara él la lista de premiados del Nobel desde que empezó a darse el premio y se tomara la molestia de leerlos uno por uno (como yo mismo hice en un momento dado de mi vida), podría comprobar que la posibilidad de que Molina Foix lo gane próximamente no es tan descabellada. Peores cosas se han visto.