Vicente Molina Foix
Como en años anteriores, respondí a la solicitud del suplemento Babelia (donde colaboro) y mandé una lista de los diez mejores libros de 2012. Y también, como en las veces anteriores, imponiéndome a mí mismo ciertas reglas: no opinar sobre libros de narrativa contemporánea en lengua española, mi terreno (aunque no habiendo publicado yo ninguno este año) y señalar en poesía los nombres de autores jóvenes no siempre suficientemente conocidos.
Acompaña mucho que, pasados más de veinte años de su muerte, aún queden inéditos (extraordinarios los dos primeros relatos) de Bernhard, y que siga la lenta pero exhaustiva labor de traducir (bien) a Gracq. De Michon, de Auster, de Javier Pradera, poco hay que añadir. Destaco por el contrario la gran riqueza del material recopilado por Bonet en su antología del ultraísmo, el descubrimiento para mí deslumbrante del poeta libanés vivo Abbas Beydoun (que llega traducido por Luz Gómez, la introductora en España del gran Mahmoud Darwix, con quien se relacionó Beydoun), el placer inmenso del libro sobre los ‘padres’ poéticos (con algunas traducciones propias comentadas) de Narcís Comadira, con Gimferrer el mejor poeta catalán actual, y la confirmación (si fuera precisa) del talento de Álvaro García y José Luis Rey, dos poetas que además de ser andaluces nada en común tienen en su escritura.
Ésta es la lista, pues:
1. Goethe se muere, de Thomas Bernhard (Alianza Editorial)
2. Capitulares, de Julien Gracq (Días contados)
3. Un minuto de retraso sobre lo real, de Abbas Beydoun (Vaso Roto)
4. El origen del mundo, de Pierre Michon (Anagrama)
5. Las cosas se han roto, Antología de la poesía ultraísta, edición de Juan Manuel Bonet (Vandalia)
6. Marques de foc, de Narcís Comadira (Ara Llibres)
7. Canción en blanco, de Álvaro García (Visor)
8. Diario de invierno, de Paul Auster (Anagrama)
9. Las visiones, de José Luis Rey (Visor)
10. Camarada Javier Pradera, edición de S. Juliá (Galaxia Gutenberg)