Vicente Molina Foix
Consultado en 1925 para una encuesta de la revista ‘Le Disque vert’ sobre los sueños y el psicoanálisis, Artaud dio la siguiente respuesta:
"Mis sueños son ante todo un licor, una especie de agua de náusea en la que me tiro y que arrastra micas ensangrentadas. Ni en la vida de mis sueños, ni en la vida de mi vida, llego a la altura de ciertas imágenes, ni me instalo en mi continuidad. Todos mis sueños carecen de salida, de fortificación, de mapa de la ciudad. Un verdadero olor húmedo a miembros cortados.
Estoy, por otro lado, demasiado informado sobre mi pensamiento como para que nada de lo que en él trascurre me interese: no pido más que una cosa, que se me encierre definitivamente en mi pensamiento.
Y en cuanto a la apariencia física de mis sueños, ya lo he dicho: un licor".
[Traduzco el texto, con el título que le puso Artaud, sin añadidos ni comentarios: mis licores oníricos son menos intoxicantes que los suyos, pero soy un bebedor constante.]