Skip to main content
Blogs de autor

Blanco del crimen

Por 29 de octubre de 2020 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Vicente Molina Foix

Las vidas color negro han de importarnos a todos, sin olvidar por ello a quienes mueren por el matiz distinto de sus ideas. Leyendo prensa francesa y hablando con amigos del país vecino me he acordado de nosotros mismos. No ya de los atentados sangrientos que España, como Francia, ha sufrido en lo que va de siglo, sino de un solo muerto anterior: la degollación de Samuel Paty me trajo a la memoria el tiro en la nuca a otro inocente, Miguel Ángel Blanco, un 13 de julio de 1997. El asesinato del joven edil del PP en Ermua tuvo, como el del profesor de Conflans-Sainte-Honorine, el apoyo clerical que nunca le faltó a ETA. Las manos ciudadanas levantadas tras el tiroteo en 1996 del jurista Tomás y Valiente volvieron a pintarse de blanco un año después, sobre la piel de las ideologías, en toda España. Nació entonces el espíritu de Ermua, y ahora puede nacer un esprit de Conflans.

Decían los etarras que el pueblo vasco estaba oprimido, y en más de un púlpito bramaba como predicador de ese falso sermón el gudari por gracia divina; su equivalente en Francia es la figura del imán-cónsul de un estado que no existe aunque se rige por mandamientos. Uno de ellos ordena matar al infiel. Una mayoría de musulmanes de buena voluntad cree en ese dogmático estado supranacional, pero no mata. Hay sin embargo una quinta columna mundial, un yihadismo ambiental en palabras de Gilles Kepel, que ya se deja oír contra el espíritu de Conflans, criticando las acertadas palabras de Macron sobre el separatismo islamista dentro de una república de libertades. Ermua supuso el principio del fin de ETA. El cierre de mezquitas contaminadas de odio y el desenmascarar a quienes, con el pretexto de la exclusión social (real) hacen la guerra santa, es una necesidad, con tal de que los pecadores justos dejen de ser objeto de venganza, blanco de la matanza.

profile avatar

Vicente Molina Foix

 Vicente Molina Foix nació en Elche y estudió Filosofía en Madrid. Residió ocho años en Inglaterra, donde se graduó en Historia del Arte por la Universidad de Londres y fue tres años profesor de literatura española en la de Oxford. Autor dramático, crítico y director de cine (su primera película Sagitario se estrenó en 2001, la segunda, El dios de madera, en el verano de 2010), su labor literaria se ha desarrollado principalmente -desde su inclusión en la histórica antología de Castellet Nueve novísimos poetas españoles- en el campo de la novela. Sus principales publicaciones narrativas son: Museo provincial de los horrores, Busto (Premio Barral 1973), La comunión de los atletas, Los padres viudos (Premio Azorín 1983), La Quincena Soviética (Premio Herralde 1988), La misa de Baroja, La mujer sin cabeza, El vampiro de la calle Méjico (Premio Alfonso García Ramos 2002) y El abrecartas (Premio Salambó y Premio Nacional de Literatura [Narrativa], 2007);. en  2009 publica una colección de relatos, Con tal de no morir (Anagrama), El hombre que vendió su propia cama (Anagrama, 2011) y en 2014, junto a Luis Cremades, El invitado amargo (Anagrama), Enemigos de los real (Galaxia Gutenberg, 2016), El joven sin alma. Novela romántica (Anagrama, 2017), Kubrick en casa (Anagrama, 2019). Su más reciente libro es Las hermanas Gourmet (Anagrama 2021) . La Fundación José Manuel Lara ha publicado en 2013 su obra poética completa, que va desde 1967 a 2012, La musa furtiva.  Cabe también destacar muy especialmente sus espléndidas traducciones de las piezas de Shakespeare Hamlet, El rey Lear y El mercader de Venecia; sus dos volúmenes memorialísticos El novio del cine y El cine de las sábanas húmedas, sus reseñas de películas reunidas en El cine estilográfico y su ensayo-antología Tintoretto y los escritores (Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg). Foto: Asís G. Ayerbe

Obras asociadas
Close Menu