Vicente Molina Foix
Mi primer contacto con Luis Eduardo Aute fue castrense. Haciendo yo el servicio militar en un cuartel del ejército del aire, la tropa, en los raros momentos de relajación de los mandos, se distraía desfilando al ritmo atosigante de los himnos guerreros pero con una importante variación; el listo de la compañía había cambiado la letra marcial por una versión obscena de la ‘Aleluya nº 1′, de Aute, que en aquellos tiempos era un hit popular. Sólo recuerdo alguna de las rimas indecorosas, pero lo que nunca he olvidado es la música.
Aute lleva casi cincuenta años en el candelero, y recientemente he podido comprobar que este gran compositor e intérprete que arrasa en los conciertos multitudinarios, gana en las distancias cortas, cantando, encima de un taburete, solo con su guitarra y su voz (que no ha perdido filo) ese repertorio que muchos nos sabemos de memoria. En España ha habido y siguen habiendo excelentes canta-autores, pero Aute es, en mis preferencias, el más francés de todos, el más Leonard Cohen, el más original.
Ahora acaba de publicarse en Sony Music un hermoso artefacto que completa al Aute poeta músico con los otros dos ‘autes’ quizá menos conocidos: el pintor y el cineasta. Este artefacto compuesto de dos discos, un cd y un dvd, recoge su nueva producción fílmica, ‘Vincent y el giraluna’, que se suma a sus dos películas anteriores, ‘Un perro llamado Dolor’ y ‘El niño y el basilisco’; en las tres, Aute anima (en 2D y 3D) sus preciosos dibujos a lápiz y sanguina, siendo la última un mediometraje de treinta minutos que desarrolla plásticamente la canción ‘Giraluna’, introduciendo con juguetona ternura la figura del gran pintor de girasoles, Van Gogh, al que Aute da vida y una pequeña peripecia entre soles, girasoles y aves rapaces que atacan el espacio poético del giraluna, definido por el autor como "un girasol distinto, al que le gusta llevar la contraria". Aute es un ejemplo pertinaz de giraluna artístico, y así lo demuestran las imágenes en movimiento de este mediometraje, delicadamente melancólico y sensual, y punteado con deliciosos homenajes al mundo poético ingenuo del pionero Méliès y a la pintura simbolista de Félicien Rops.
En el cd de ‘Giralunas’ hay sólo música, toda de Aute y ninguna cantada por Aute (aunque él sí cierra el dvd con la interpretación, al final de los títulos de crédito, de esa bellísima canción). Se trata de un homenaje rendido por un notable ramillete de intérpretes actuales que han elegido cada uno una canción del maestro para ‘versionearla’. La calidad del conjunto es alta. El mexicano Leonel García transforma sorprendentemente la celebérrima ‘Pasaba por aquí’, Andrés Suárez logra una inspirada ‘Volver a verte’ (en la que destaca el violín de Marino Sáiz), y descubrimos asimismo lo bien que suena Aute en el catalán de Els amics de les arts. Destacan poderosamente las dos versiones ‘aflamencadas’ de ‘Prefiero amar’, realizada por Miguel Poveda, y la ‘Aleluya nº 7′ de Soleá Morente.