
Pascal Quignard
Entrevista con el Premio Formentor 2023
Le precede una cierta fama de persona esquiva, incluso hosca. En ello pueden tener que ver sus facciones un tanto severas, con sus características cejas pobladas y despeinadas, mefistofélicas, como cierta densidad de sus libros, que disuade a muchos lectores ociosos. Sin embargo, apenas abre las puertas de su apartamento parisino, Pascal Quignard (Verneuil-sur-Avre, Verneuil d’Avre et d’Iton, 1948) se muestra tan cálido y hospitalario como puede ser también su obra. Aunque pasa la mayor parte del tiempo en el campo, apartado del tráfago parisino, en este pequeño piso guarda sus libros de literatura oriental primorosamente alineados, numerosos grabados y pinturas, así como algunos de sus instrumentos: un teclado y el violonchelo a la entrada, bien guardado en su estuche…