Ficha técnica
Título: Tres tristes tigres | Autor: Guillermo Cabrera Infante | Editorial: Seix Barral | Colección: Biblioteca Breve | Formato: 15,5 x 23,5 cm |Presentación: Rústica con solapas | Páginas: 540 | ISBN: 978-84-322-2990-9 | Precio: 21 euros | Código: 10173812 | Fecha de publicación: enero 2017 |
Tres tristes tigres
Guillermo Cabrera Infante
La noche insular y urbana, habanera, es la protagonista de la novela y todas las noches quieren fundirse o se funden en la sola, larga noche del libro, que al final comienza a amanecer, lenta y reveladora.
En esta novela, convertida en un clásico de la literatura en español, Guillermo Cabrera Infante desgrana varios de sus amores, de sus obsesiones, de sus temas: La Habana, el inglés, la literatura, la jerga de la ciudad, las habaneras, el cine de día, la música total, los autos viajando y también «la nostalgia y la noche».
PÁGINAS DEL LIBRO
Lo que no le dijimos nunca a nadie fue que nosotras también hacíamos cositas debajo del camión. Pero todo lo demás lo contamos y toda la gente del pueblo lo supo enseguida y venían a preguntarnos y todo.Mami estaba de lomás orgullosa y cada vez que llegaba alguien de visita a casa, lo mandaba pasar y hacía café y cuando el café estaba servido, la gente se lo tomaba de un viaje y luego dejaban, despacito, la taza, conmucho cuidado, como si fuera de cáscara de huevo, encima de la mesita y me miraban riéndose ya con los ojos, pero haciendo ver que no sabían nada, muy inocentes en la voz, haciendo la misma pregunta de siempre, «Muchachita, ven acá y dime, ¿qué cosa estaban haciendo ustedes debajo del camión?». Yo no decía nada y entonces Mami se paraba frente a mí y me levantaba la cabeza por la barbilla y decía, «Niña, di lo que viste. Cuéntalo todo tal como me lo contaste a mí, sin pena». Yo no tenía ni pena ni cosa parecida, pero no decía nada si no venía a contarlo conmigo Aurelita y entonces siempre mandaban a buscar a Aurelita y ella venía con su mamá y todo y lo contábamos las dos de lomás bien. Nosotras sabíamos que éramos la atracción del barrio, de todo el pueblo, del barrio primero y del pueblo entero después, así que nos paseábamos juntas por el parque, muy tiesas, derechitas, sin mirar a nadie, pero sabiendo que todo el mundo nos miraba y cuando pasábamos, se decían cosas bajito y nos miraban con el rabo del ojo y todo.
Durante toda esa semana Mami me puso la bata nueva y yo salía a buscar a Aurelita (que también se había estrenado) y salíamos a pasear por la calle Real antes de que cayera la tarde. Y el pueblo entero salía a la puerta de la calle a vernos pasar y a veces nos llamaban de una casa y todo, y nosotras hacíamos el cuento completico. Al final de la semana todo el mundo lo sabía ya y ya la gente no nos llamaban ni nos preguntaban nada y entonces Aurelita y yo nos pusimos a inventar cosas. Cada vez contábamos el cuento con más detalles y hasta por poco decimos lo que hacíamos, aunque Aurelita y yo siempre nos parábamos a tiempo y lo único que nunca contábamos fue que ella y yo hacíamos cositas mientras mirábamos.