Ficha técnica
Tierras de poniente
J. M. Coetzee
Tierras de poniente engloba, en realidad, dos historias. Bajo el título La narración de Jacobus Coetzee, el autor nos presenta la historia de un megalómano colono bóer que ejecuta una espantosa venganza contra una tribu hotentote por haber desafiado el orden «natural» de su universo y haberle negado el respeto que el hombre blanco merece. Por otro lado, en El proyecto Vietnam un especialista en psicología militar enloquece al adentrarse en los entresijos de la maquinaria propagandística de la guerra de Vietnam.
En su primera novela, hasta ahora inédita, el futuro premio Nobel inauguraba algunos de los temas que desarrollaría en el resto de su obra. Tierras de poniente es una reflexión sobre los efectos del poder sin límites y un retrato despiadado de la obsesión y la culpa.
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Me llamo Eugene Dawn. No puedo hacer nada al respecto. Empiezo, pues.
Coetzee me ha pedido que revise mi ensayo. Se le atraganta. Lo quiere más fácil de digerir, en caso contrario lo quiere ver eliminado. Y también me quiere quitar de en medio, me doy cuenta. Me estoy armando de valor contra ese hombre poderoso, genial y ordinario, tan completamente desprovisto de visión. Le temo y desprecio su ceguera. Me merecía algo mejor. Heme aquí sometido a un director, un tipo ante el cual mi primer instinto es arrastrarme. Siempre he obedecido a mis superiores y he estado encantado de hacerlo. No me habría embarcado en el Proyecto Vietnam de haber imaginado que acabaría entrando en conflicto con un superior. El conflicto trae infelicidad, y la infelicidad envenena la existencia. No soporto la infelicidad, lo que yo necesito es paz y amor y orden para mi trabajo. Necesito mimos. Soy un huevo que necesita estar en el más mullido de los nidos bajo la más paciente de las ponedoras antes de que se agriete mi cascarón liso y poco prometedor y emerja mi tímida vida secreta. Se me tiene que tratar con indulgencia. Rumio, soy un pensador, una persona creativa, alguien que no carece de valor para el mundo. Lo normal sería que Coetzee me entendiera mejor, pues tendría que estar acostumbrado a tratar con gente creativa. Habiendo sido él también un creador en el pasado, ahora es una persona creativa fracasada que vive de segunda mano a expensas de los verdaderos creadores. Su reputación se la ha labrado gracias al trabajo de los demás. Y aquí lo han puesto a cargo del Proyecto Vida Nueva sin que él sepa nada del Vietnam ni de la vida. Me merezco algo mejor.