
Ficha técnica
Título: Sudor | Autor: Alberto Fuguet | Editorial: Literatura Random House | Formato: Tapa blanda con solapa | Medidas: 136 X 230 mm | Páginas: 608 | ISBN: 9788439731771 | Fecha: abril/2016 | Precio: 20,90 euros | Ebook: 16,99 euros
Sudor
Alberto Fuguet
Suerte de despiadada sátira a la feria de vanidades que pueden ser las giras de prensa de escritores y sus egos desatados, esta novela es también una indagación sin anestesia en un submundo gay donde los afectos quedan relegados a un segundo plano por el despliegue de una serie de relaciones carnales, efímeras y extremas, propiciadas por Grindr, la exitosa red social de contactos homosexuales que Alf, el editor narrador de esta novela, usa con la misma frecuencia con que sus autores lo utilizan a él como consejero, asesor o cómplice. Entre tanto, la ciudad de Santiago, donde trascurren los pocos días que Sudor relata, cobra una presencia inusitada que raras veces la narrativa chilena ha sabido darle.
Una novela tragicómica, estructurada con maestría por la escritura ágil, festiva y electrizante del mejor Fuguet, aquella que lo ha convertido en una referencia de la literatura hispanoamericana.
Reseñas:
«En todos los libros de Alberto Fuguet que he leído hay siempre, junto con la historia que cuentan, una voluntad de innovar, tanto en la lengua como en la estructura narrativa.» Mario Vargas Llosa
«Fuguet tiene cierta ternura que lo hace por momentos entrañable. Noto una especie de fragilidad en el autor, en lo que está escribiendo y sobre todo en la relación autor-escritura.» Roberto Bolaño
«Fuguet es el escritor más condenadamente serie del Chile de hoy, aquel que, con 174 páginas y un final radiante, más profundamente ha penetrado en los tejidos orales de esa comunidad de lisiados y dementes que define sin más el hecho humano.» Raúl Zurita
[Comienzo del libro]
Sucede. Ocurre. De pronto uno conoce a un escritor y su obra adquiere fuerza, relevancia. También pasa lo contrario, por cierto: uno tiene la posibilidad de acceder al autor y a su hijo y la obra se te cae al suelo.
A veces uno vive una de esas historias que vale la pena contar. Esas que tienen algo de poco probable, de inverosímil, y eso justamente es lo que hace de ellas una historia. Como enredarse con el hijo de un escritor importante.
Como conectar con la obra secreta y la vibra del primogénito.
Como acostarse con él.
Como que te culió un Restrepo y te dejó mal.
Mal pero bien.
Rico. Prostáticamente exquisito.
¿Cómo puedo narrar sin participar del todo?
¿Cómo puedo ser, digamos, pasivo y a la vez activo?
O quizás lo adecuado -lo natural- es ser versátil. Moderno.
Y piola, claro.
Pueden llamarme Alf.
No es un mal comienzo aunque ya lo sé: la referencia libresca es algo burda y más meta y de escritor-de-taller de lo necesario. Si bien el narrador del libro que deseo escribir seré yo, no deseo -ni debo- ser el personaje principal. Igual creo que cabe armar algo con mi back story (unas páginas, un dossier, un making of) y de seguro en el libro irán saliendo de a poco, de rebote, sin querer, cosas acerca de mí.
¿O no?
No sé.
Todos me dicen Alf desde chico.
El hijito de su papá.
El hijo pródigo, el hijo díscolo, el ángel caído.
Un libro acerca de escritores y de la manía de escribir contado a través de dos personas que no escriben pero sí leen.
Que se leyeron de una.