Ficha técnica
Título: La salvación del alma moderna. Terapia, emociones y la cultura de la autoayuda | Autor: Eva Illouz | Traducción: Santiago Llach | Editorial: Katz | Colección: Serie conocimiento | Género: Ensayo | ISBN: 9788492946013 | Páginas: 316 | Formato: 15 x 23 cm. | Encuadernación: Rústica | Publicación: Marzo de 2010
La salvación del alma moderna
Eva Illouz
Sea bajo la forma del análisis introspectivo, de un taller new age de «mente-cuerpo» o de un programa de reafirmación personal, la «terapia» ha logrado un nivel inusual de legitimidad cultural en una gran variedad de grupos sociales, organizaciones, instituciones y entornos culturales. El discurso terapéutico ha atravesado y ha desdibujado las esferas estancas de la modernidad hasta llegar a constituirse como uno de los principales códigos con los cuales expresar, conformar y guiar al yo, a tal punto que la perspectiva terapéutica se ha convertido en uno de los centros de esa entidad vaga y amorfa conocida como civilización occidental. Sin embargo, la sociología y el análisis cultural han soslayado el estudio de ese proceso, de modo tal que esta obra de Eva Illouz viene a ocupar un sitio vacío en la comprensión de nuestra modernidad.
«El objetivo de este libro -señala la autora- es no sólo documentar los diversos aspectos de la cultura terapéutica sino también localizar la emergencia de una nueva estructura cultural.» Para ello, Illouz analiza el modo en que el lenguaje de la terapia ha reformulado el nivel más profundo de los símbolos de identidad, en un proceso que tuvo lugar simultáneamente a través de los canales especializados y formales del conocimiento científico y a través de las industrias culturales (el cine, la prensa, popular, la industria editorial, la televisión). Así, este libro puede ser leído como un fragmento de una historia cultural de la introspección: una historia del lenguaje y de las técnicas que utilizamos para tratar con nosotros mismos y para examinarnos a través de categorías tales como «deseos», «memorias» y «emociones».
Editado en su versión original en 2008 y vertido al español en 2010, ‘La salvación del alma moderna. Terapia, emociones y la cultura de la autoayuda’ es la culminación de ‘Intimidades congeladas’. Es la fascinante explicación de cómo el capitalismo ha propiciado el desarrollo de una cultura emocional expresada según el modelo del discurso terapéutico. Discurso cuyas piedras angulares son ideas como las de «deseo», «autobiografía», «memoria» o «emoción». Bernabé Sarabia
Como ya explorara esta autora en su anterior ensayo, El consumo de la utopía romántica (Katz, 2009), la cultura de consumo de la segunda mitad del siglo XX no puede entenderse sin el análisis del discurso psicoanalista que impregna instituciones, empresas y entorno cultural y que, en anteriores ediciones, calificó de «capitalismo de las emociones». En La salvación del alma moderna encontramos una actualización de las teorías de esta socióloga enfocadas, en esta ocasión, a analizar el porqué de la legitimidad cultural del discurso terapéutico. Elisa G. McCausland
Quien se adentre en este reflexivo e iluminador libro encontrará las tesis de Eva Illouz apoyadas en una enorme diversidad metodológica en la que se incluyen entrevistas, análisis textuales, perspectivas críticas, aproximaciones etnográficas y un sinfín de datos e informaciones. Todo ello convierte este volumen en una lectura que convendrá tener a mano mucho tiempo, aunque el lector dude en ocasiones de la potencia y vigencia que Eva Illouz atribuye al modelo psicoanalítico. Bernabé Sarabia
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Introducción
Sin duda, el concepto de iluminismo no debe restringirse demasiado en lo metodológico, puesto que, tal como yo lo entiendo, incluye algo más que simple deducción lógica y verificación empírica, sino más bien, y más allá de estas dos, la voluntad y la capacidad para especular fenomenológicamente, para establecer lazos de empatía, para acercarse a los límites de la razón. […] ¿Las emociones? En lo que a mí respecta, sí. ¿Dónde se ha decretado que el iluminismo debe verse libre de la emoción? A mi juicio, lo contrario parece ser lo cierto. El iluminismo puede cumplir con su tarea correctamente sólo si se dispone a trabajar con pasión.
Jean Amery
Mediante palabras puede un hombre hacer dichoso a otro o empujarlo a la desesperación, mediante palabras el maestro transmite su saber a los discípulos […]. Palabras despiertan sentimientos y son el medio universal con el que los hombres se influyen unos a otros.
Sigmund Freud
En las últimas tres décadas se han acumulado sostenidamente los estudios y las críticas de la terapia. Aunque difieren en método y en perspectiva, acuerdan en el hecho de que la doctrina terapéutica es moderna por excelencia, y en que es moderna en aquello que es más inquietante en la modernidad: la burocratización, el narcisismo, la construcción de un falso yo, el control de las vidas modernas por parte del Estado, el colapso de las jerarquías culturales y morales, la intensa privatización de la vida causada por la organización social capitalista, el vacío del yo moderno separado de las relaciones comunales, la vigilancia a gran escala, la expansión del poder y la legitimación estatales, y la «sociedad del riesgo» y el cultivo de la vulnerabilidad del yo.Los estudios acerca del discurso terapéutico podrían por sí solos proporcionarnos un compendio de los variados temas que constituyen a la sociología (y la crítica) de la modernidad.
La crítica comunitarista de la modernidad sostiene que la psicología expresa un individualismo atomizado que crea -o, al menos, fomenta- las mismas enfermedades que asegura curar. Así, mientras que la psicología supuestamente trata nuestra creciente dificultad para ingresar o permanecer en relaciones sociales y ayuda a resolverla, fomenta de hecho que pongamos nuestras necesidades y preferencias por encima de nuestros compromisos con los otros. Bajo el patrocinio del discurso terapéutico, las relaciones sociales son disueltas por un utilitarismo pernicioso que aprueba una falta de compromiso con las instituciones sociales y legitima una identidad narcisista y superficial.
Autores como Lionel Trilling, Philip Rieff, Christopher Lasch y Philip Cushman han interpretado el ascenso de la visión terapéutica del mundo como un signo del declive de un dominio autónomo de la cultura y de los valores.Gracias al consumo y a la práctica terapéutica, el yo ha sido rápidamente integrado a las instituciones de la modernidad, haciendo que la cultura pierda su poder de trascendencia y de oposición a la sociedad. La propia capacidad de seducción del consumo y de la autoabsorción terapéutica marcan el declive de cualquier oposición seria a la sociedad y el agotamiento cultural general de la civilización occidental. Ya sin capacidad para crear héroes y establecer valores e ideales culturales, el yo se ha retirado dentro de su propio caparazón vacío. Al hacernos un llamamiento a retirarnos dentro de nosotros mismos, la doctrina terapéutica nos ha hecho abandonar los grandes mundos de la ciudadanía y la política, y no puede proporcionarnos un modo inteligible de conectar el yo privado con la esfera pública, porque ha vaciado al yo de su contenido comunitario y político, reemplazándolo por su preocupación narcisista por sí mismo.