
Eder. Óleo de Irene Gracia
Marcelo Figueras
Entre ayer y hoy vi dos veces, aquí en Madrid, el primer corte de Las viudas de los jueves. Para el lego, explico: ver así una película es la peor de las experiencias posibles para todos los involucrados, porque por definición se trata de una narración que está muy lejos de estar terminada. Le falta la música. Hay saltos de sonido entre planos. (El ruido de fondo que hay en uno desaparece por completo con el corte y reaparece con el siguiente, lo cual lo expulsa a uno del relato.) La imagen deja que desear, y la dosificación de la luz ni hablar. Como hay efectos que aun no han sido realizados, planos enteros ocurren sobre un fondo verde que todavía debe ser rellenado digitalmente. Y miles de desprolijidades más, que sólo serán solucionadas durante la posproducción, una vez que el corte –es decir, la edición de la película- haya llegado a su versión definitiva.
La ventaja que tiene ver un film en estas condiciones es simple: si a pesar de todas esas fealdades uno ‘entra’ en la visión, si todo este ruido pasa a segundo plano y el espectador deja de distraerse para ser absorbido por el relato, la película funcionará. Ver uno de estos cortes supone, pues, atravesar una prueba de fuego: es una variante cinematográfica de un reality show, que obliga a un espectador a pasar por infinidad de incomodidades mientras intenta ver no la película que es, sino la que será.
En lo que a mí respecta, salí una vez más satisfecho de la otra. Y no por mérito alguno del guión, que ya no existe como tal, sino por mérito exclusivo de todos los demás: el director Marcelo Piñeyro, el editor Juan Carlos Macías, el director de fotografía Alfredo Mayo, el diseñador de arte Jorge Ferrari, los actores –Sbaraglia, Echarri, Botto, Alterio, Celentano, Carrá, Viale, Toscano, Navarro, magníficos todos.
Si algo me quedó claro en esa exhibición que ocurrió en condiciones tan poco propicias, es que la visión de Piñeyro sobre la novela original de Claudia Piñeiro sobrevivió intacta.
Así que estoy tranquilo. Va a ser una muy buena película.