Skip to main content
Blogs de autor

Michael Mann: una apreciación

Por 3 de agosto de 2009 Sin comentarios

Eder. Óleo de Irene Gracia

Marcelo Figueras

Viendo Enemigos públicos de Michael Mann sentí algo que durante buena parte del film no pude identificar, y que me tuvo oscilando entre el placer y la incomodidad. Hasta que al fin se encendió una luz en la caverna húmeda y tenebrosa de mi cerebro, y comprendí –y desde entonces no hice más que disfrutar hasta el final.
    Enemigos públicos (Public Enemies) pertenece a una clase de cine que supo ser la norma en Hollywood –mínima exposición, personajes fuertes que viven al límite, una acción constante que no pasa por las explosiones ni los disparos sino por la puesta en escena-, pero que ya no se hace. Tanto es así, que relacionarnos con un relato semejante nos cuesta trabajo, cuando hasta no hace tanto tiempo (¿los 70?) veíamos esas películas como si fuesen la cosa más simple y natural del mundo.
    Hoy lo que pasa por ‘cine puro’ es otra cosa. La sobrecarga de efectos y volumen que es la especialidad del productor Jerry Bruckheimer y del director Michael Bay, la sobredosis de liviandad pop de los hermanos Wachowski (¿Speed Racer? Dios me libre…), los refritos de Tarantino, las variantes chino-coreanas de los géneros que Hollywood supo popularizar. Ya ni siquiera pueden hacer bien las comedias románticas. (Las películas de Judd Apatow son simpáticas, pero como cineasta es apenas competente –una versión exitosa de Kevin Smith.)
    Lo único que mantiene vivo el espíritu de los pioneros son las producciones de Pixar, porque al igual que el Hollywood de oro, utiliza un formato mainstream –la película de animación con un target familiar, del mismo modo en que antes se recurría a los géneros-, para subvertirlo desde dentro y llevarlo todo el tiempo más allá de los límites convencionales.
     Esto va para largo. La sigo mañana.

[ADELANTO EN PDF]

profile avatar

Marcelo Figueras

Marcelo Figueras (Buenos Aires, 1962) ha publicado cinco novelas: El muchacho peronista, El espía del tiempo, Kamchatka, La batalla del calentamiento y Aquarium. Sus libros están siendo traducidos al inglés, alemán, francés, italiano, holandés, polaco y ruso.   Es también autor de un libro infantil, Gus Weller rompe el molde, y de una colección de textos de los primeros tiempos de este blog: El año que vivimos en peligro.   Escribió con Marcelo Piñeyro el guión de Plata quemada, premio Goya a la mejor película de habla hispana, considerada por Los Angeles Times como una de las diez mejores películas de 2000. Suyo es también el guión de Kamchatka (elegida por Argentina para el Oscar y una de las favoritas del público durante el Festival de Berlín); de Peligrosa obsesión, una de las más taquilleras de 2004 en Argentina; de Rosario Tijeras, basada en la novela de Jorge Franco (la película colombiana más vista de la historia, candidata al Goya a la mejor película de habla hispana) y de Las Viudas de los Jueves, basada en la premiada novela de Claudia Piñeiro, nuevamente en colaboración con Marcelo Piñeyro.   Trabajó en el diario Clarín y en revistas como El Periodista y Humor, y el mensuario Caín, del que fue director. También ha escrito para la revista española Planeta Humano y colaborado con el diario El País.   Actualmente prepara una novela por entregas para internet: El rey de los espinos.  Trabajó en el diario Clarín y en revistas como El Periodista y Humor, y el mensuario Caín, del que fue director. También ha escrito para la revista española Planeta Humano y colaborado con el diario El País. Actualmente prepara su primer filme como director, una historia llamada Superhéroe.

Obras asociadas
Close Menu