Lluís Bassets
Caen piezas decisivas y faltan sólo faltan 70 delegados. Sin Ohio, ningún presidente republicano llega a la Casa Blanca, según observación o adagio comúnmente aceptados por los politólogos nortamericanos. New Mexico pertenece a los estados del tercer huso horario, que pertenecían en el pasado al republicanismo. De momento ambos son azules: veremos si también caen Nevada y Colorado. Obama tiene ya 206 y McCain 89. Está todavía lejos el objetivo de los 270 pero quien se acerca a velocidad de crucero es Obama. La noche sigue como la campaña: es una línea recta, constante, sin quiebros ni retrocesos. Así ha funcionado la campaña de Obama, así ha funcionado él mismo y así parece ser la votación y el recuento. Ahora sólo es cuestión de esperar el punto crítico en que el vaso de la mayoría de los delegados quede lleno. Luego ya llegará el momento de hilar más fino, en función de los votos populares de uno y otro, la amplitud de la mayoría parlamentaria, el mandato presidencial que queda deducir, y, mirando todavía más lejos, cómo quedan ambos partidos. El final de la noche se acerca y sigue siendo intensamente azul.