Lluís Bassets
El antiprogre es un progre que se empeña en proclamar que circula en dirección contraria cuando está en una lenta caravana de fin de semana.
Vive como un progre, siente como un progre, e incluso viste y en todo parece un progre. Pero vota, piensa y habla como un reaccionario.
No hay que olvidar la comodidad: darle al progre requiere un muy escaso esfuerzo argumentativo. No convirtamos en virtud lo que sólo es una facilidad de los tiempos: lo peor del antiprogre es su pereza intelectual.