Lluís Bassets
Un buen día le dio por el Corán. Sólo él y los salafistas lo leen y creen en toda su literalidad.
Su islamofobia está impregnada de fe: cree como los jihadistas que donde fue tierra de Islam está autorizado el regreso violento de la religión auténtica.
En ausencia de comunistas con cuernos y rabo, buenos son los musulmanes con cufias y velos. Unos y otros avanzan con la determinación que dan las instrucciones repartidas por Stalin o por el Viejo de la Montaña.