
Eder. Óleo de Irene Gracia
Lluís Bassets
¿Necesitamos nuevos y mejores ejemplos del fracaso del periodismo? El globo plateado lleno de ligerísimo helio, que mantuvo en vilo a los medios de comunicación norteamericanos durante una hora y media el pasado 15 de octubre, en su viaje de casi 100 kilómetros por los cielos de Colorado, es la perfecta imagen de la deriva de este oficio.
Lo esencial es que siga el espectáculo diario. Vacío, elevado por efecto de un gas y sin contenido real, pura invención y estafa. Con la mera intención de atraer la atención del público y mantener las audiencias. Sin esfuerzo alguno por comprobar nada. Llevados por la tracción gaseosa. Y a vivir del cuento, claro está.
No había niño, no había peligro, no había nada más que la pericia de una familia organizada y perturbada por la vida mediática. Y sin embargo, todos los medios de comunicación se lanzaron detrás de la noticia. ¿Noticia? No había tampoco periodistas, está uno tentado de escribir: y ya está escrito.
Traduzco y transcribo uno de los párrafos subrayados en mis lecturas de este fin de semana: ?Es llamativo cuántos periodistas jubilados ?del Times y de otros periódicos- estuvieron apoyando mi trabajo. Fue como si la distancia de la cultura de las salas de redacción (newsroom culture) les hubiera capacitado para ver lo que quienes están inmersas en ellas no pueden percibir: las distorsiones causadas por una permanente actitud antagonista; la disimulada pero excesiva dependencia de las fuentes anónimas; la búsqueda sin sentido de ?scoops? vacíos; las incursiones a veces crueles en las vidas privadas; todo el complejo de prácticas que se dan por asentadas pero que nos han conducido a la decreciente fe en el periodismo que ahora expresan muchos americanos?.
Pertenecen al texto titulado ?Notas sobre una profesión antipática?, que constituyen la presentación del libro ?Public Editor? (PublicAffairs, New York, 2006), de Daniel Okrent, el primer defensor del lector del New York Times, nombrado tras la crisis enorme desencadenada por el caso de Jayson Blair, el joven reportero fabulador de falsas noticias que conseguíoa colar en la primera página del periódico. Okrent sirvió en el cargo los 18 meses estipulados y ha dejado un conjunto de reflexiones imprescindibles para entender el rumbo de este oficio en Estados Unidos y aquí mismo.
El prestigio del oficio está en caída libre. No es una opinión, sino una conclusión del Pew Research Center sobre el nivel de fiabilidad de los medios según la percepción del público, pues se halla en su nivel más bajo en los últimos 20 años, etapa en la que el PRC ha efectuado encuestas.
(Enlaces: con el vídeo de la familia Heene, en el que simulan la salida involuntaria del globo con el niño dentro. Con las columnas de Daniel Okrent en el Times de Nueva York. Con la encuesta del PRC).