Jesús Ferrero
Vicente Huici se ejercita en el haiku desde la adolescencia, época en la que nos conocimos. Ambos vivíamos en Pamplona y recuerdo que la ciudad se portaba con los adolescentes bastante bien, pues la Sala de Cultura contrataba a las mejores plumas nacionales y extranjeras, así como a numerosos artistas de vanguardia. Fue algo así como la edad de oro del desarrollismo navarro, y la ciudad era un estallido de alegría industrial y de entusiasmo generalizado. El espíritu positivo parecía ser la única respiración de la ciudad; nosotros sin embargo éramos existencialistas, pesimistas, esnobs hasta el infinito, y para el que nos viera desde fuera, pintorescos y divertidos. Queríamos parecernos a la generación Beat. Vicente fue el primero en leer en Pamplona el libro del Tao, que me recomendó vivamente, y el primero en adentrarse en los misterios de la poesía japonesa.
De aquella época llegan algunos de sus haikus, que incluyo en esta pequeña antología nutrida por dos libros: Teoría del extraño movimiento, publicado en 1985, y Breve ensayo de cartografía, que salió en el 2015. Leyendo los haikus de Vicente estalló en mi cabeza la evidencia: el haiku además de ser un pieza de música mínima y semánticamente muy cargada, es también un microrrelato y hasta una micronovela, pues a menudo observamos en los haikus (y no sólo en los de Huici) lo que Delibes cree que es una novela: la conjunción en el texto de un ser humano, una pasión y un paisaje. En algunos haikus de Vicente, quizá en los más hermosos, vemos una figura humana o dos, una pasión, una atmósfera, un escenario y una dimensión del tiempo y del espacio que permite que vuele bien alto la imaginación.
1.Teoría del extraño movimiento
entre las ruinas
la túnica de Ulises
y sus sandalias
*
bajo la aurora
con las olas y los locos
por compañía
*
redondo palacio blanco
que se acepta
en la memoria
*
ciudad lejana
suspiro contenido
del pensamiento
*
y tu mirada
acechando el espejo
de otra sombra
*
desde los dedos
el viento delicado
de la tristeza
*
¡y altos álamos
acunado el silencio
de su destierro!
*
el agua azul,
el rostro del jinete
y la Frontera
*
desde el rumor de la fiesta
le miraba
el viejo océano
2.Breve ensayo de cartografía
Hacia otra tierra,
pupilas encendidas
y bruma y sal.
*
En el mapa
la línea de la frontera.
¿Dónde tus besos?
*
Lento tren, noche
y luna, viento sur,
pesar sin cura.
*
Hasta el torreón
olores de batallas
jamás contadas.
*
Y de aquel rostro
caliente junto al mar,
sólo su nombre.
*
Ni ángel ni piedra,
la pálida sonrisa
y el abismo.
*
Fresca alborada,
bajo la luz invernal
una hoja en blanco.
*
Memoria de una
mano blanca, el silencio
y la penumbra.
*
(Patria)
Luz, mar azul,
cóncava nave negra
y sin bandera.