Javier Rioyo
El primer libro de Rosa Regás fue una manera de entender a una de las más peculiares ciudades europeas, Ginebra. Ciudad tranquila, adinerada, aburrida, ordenada y sin embargo llena de interés. El libro, otra vez en librerías ésta vez rescatado por la editorial Herce, es un pálpito real de los secretos e intrahistorias de esa ciudad. Algo así como una novela, una biografía de la ciudad. Al final hay un catálogo de extravagantes que vivieron a lo largo de la historia de la ciudad. Escritores, políticos, obispos, pintores, inventores y alguna hermosa y desconocida artista. Sorprende la vida de una hija de una hermosa bailarina, Carlota Grissi, que nunca pudo vivir el amor con Théophile Gautier porque no la encontró. Su marido la debía tener muy escondida. Gautier, entonces, se casó con su hermana y tuvo dos hijas. Una de ellas, Judith a los dieciocho años "despertó el amor violento de Wagner, que entonces tenía 56 años, y a los 22 años tuvo un romance con el septuagenario Víctor Hugo".
Inquietante ésta Judith. No estoy seguro si le gustaban mayores o famosos, en cualquier caso anima mucho pensar en el amor a edad madura y además con jovencitas. Siempre es complicado el amor pero lo hombres- e imagino que las mujeres aunque conocemos menos casos- tenemos esa tentación permanente de seguir a la Lolita. Aunque quizá, la hermosa Judith, ya no era "lolita" a los 18 años, desde luego no a los 22. No deja de ser inquietante y atractiva una historia amorosa con esa diferencia de edad. No se si halaga o ridiculiza a los mayores pero desde la imaginación resulta una apasionante complicación.
No consigo que Judith se vaya de mi imaginación. Intentaré averiguar algo más de ésta extravagante y enamoradiza joven. Se admiten pistas.
Nota: por error se ha publicado un post hoy por la mañana que fue escrito hace dos años en torno a Rosa Regás. Rectificamos con el nuevo.