Skip to main content
Blogs de autor

La ciudad donde me gustaría vivir

Por 31 de enero de 2008 Sin comentarios

Javier Rioyo

Creo que vivo en la ciudad en la que me gustaría vivir. Aunque siempre tengo una puerta abierta a las infidelidades,  promiscuidades, alternancias y otras fugas. Al menos tengo la disposición intelectual. Otra cosa es la realidad, como casi siempre. Como estoy con un poco de fiebre, un trancazo de esos del cambio climático y de ser residente en mi ciudad. Contaminada, seca, extrema y tan encantadora. Y tan puta. Pero me gusta. Es rebelde. Si fuera mujer sería Lilita. Aquella mujer de Adán, enemiga de los partos y de los recién nacidos. Mujer libre, un poco ‘viriloide’, con mucho morbo y con la atracción de las cazadoras. Atractiva, compleja, libre y poderosa mujer, en fin, un hermoso peligro.

No quería hablar de Lilith, aunque me gusta tanto como la Valentina de Crepax. La mujer preferida de Fellini, hermosa y libre. Recuerdo ahora Valentina porque hay en este blog una amable desconocida llamada Valentina, y siempre imagino que es físicamente como aquella mujer pintada. En fin, disculpen este desvío para llegar a Santiago, como le pasó a Cees Nooteboom y lo contó en un espléndido libro de viajes. Yo vuelvo al principio, vuelvo a eso de la ciudad donde me gustaría vivir. Entonces me acuerdo del poema de otro Adam, el Zagajewski. Y me gustaría vivir en esa ciudad. En algunas cosas se parece a la mía, en otras en nada. No se si habrá otras más parecidas. No se si existe esa ciudad.

El poema así la describe:

Es una ciudad silenciosa al atardecer, cuando

las pálidas estrellas despiertan de su desmayo,

y ruidosa al mediodía con las voces

de filósofos orgullosos y mercaderes

que traen terciopelo de oriente.

Arden en ella los fuegos de las conversaciones,

pero no las piras.

Las iglesias antiguas, piedras enmohecidas

de una vieja oración, son su lastre

y su cohete espacial.

Es una ciudad justa,

donde no se castiga a los extranjeros,

una ciudad de memoria rápida

y de lento olvido,

tolera a los poetas, a los profetas perdona

su escaso sentido del humor.

En una ciudad construida

según los preludios de Chopin,

reducidos a la tristeza y la felicidad.

Pequeñas colinas la rodean

en un ancho anillo; allí crecen

fresnos de campo y el esbelto álamo,

juez en la nación de árboles.

Un río impetuoso atravesando el centro

de día y de noche murmura saludos

misteriosos de las fuentes,

de las montañas, del azul del cielo.

profile avatar

Javier Rioyo

Javier Rioyo (Madrid, 1952) es licenciado en Ciencias de la Información. Periodista, escritor, director y guionista de cine, radio, televisión y dramáticos. Dirigió y presentó el programa semanal de libros Estravagario en TVE 2, con el que obtuvo el Premio Fomento a la Lectura 2005, concedido por la Federación del Gremio de Editores de España. También ha sido responsable de cultura y libros en el programa diario Hoy por hoy de la cadena SER. Es colaborador habitual de El País (escribe para el suplemento semanal Domingo) y de la revista Cinemanía. En televisión, Rioyo ha presentado el programa "El Faro" del canal Documanía y ha obtenido dos premios Ondas en Radio y uno en Televisión. Ha sido guionista de numerosos festivales de música para Canal+, así como de los premios Goya, y de diversos programas de radio y televisión. También coordinó los guiones para la serie Severo Ochoa. Ha dirigido y participado en cursos de Comunicación y Cultura en diversas universidades españolas. Formó parte del Comité Asesor de Alfaguara y ha sido jurado de festivales de cine y premios literarios en varias ocasiones. Es autor del libro Madrid: casas de lenocinio, holganza y malvivir (Espasa Calpe, Premio 1992 Libros sobre Madrid); y de La vida golfa (Aguilar, 2003). En 2005, con su productora Storm Comunicación, realizó la producción ejecutiva y el guión de Miracolo Spagnolo, un documental para la RAI sobre la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al gobierno y su primer año de legislatura. También dirigió y produjo Alivio de luto, un vídeo documental en el que entrevista a Joaquín Sabina; así como Un Quijote cinematográfico. En 1994 fundó la productora Cero en conducta, con José Luis López-Linares, con la que tuvo a su cargo el guión y la dirección de Alberti para caminantes (2003); y la producción ejecutiva y el guión del largometraje Un instante en la vida ajena (2003), que obtuvo el Premio Goya al mejor documental; así como de Tánger, esa vieja dama (2002). También ha codirigido con José Luis López-Linares el cortometraje Los Orvich: Un oficio del Siglo XX (1997), y los largometrajes Extranjeros de sí mismos (2001), nominado al mejor documental en la XVI edición de los Premios Goya; A propósito de Buñuel (2000); Lorca, así que pasen cien años (1998), nominado a los premios Emmy 1998; y Asaltar los cielos (1996), nominado a los premios Goya al Mejor Montaje, y ganador del Premio Especial Cine, de los Premios Ondas 1997.

En 2011 fue nombrado director del centro del Instituto Cervantes de Nueva York en sustitución de Eduardo Lago.​ Ocupó el cargo hasta septiembre de 2013, cuando fue sustituido por Ignacio Olmos.​ En 2014 fue nombrado responsable del centro del Instituto Cervantes en Lisboa.​ En febrero de 2019 deja el cargo y pasa a dirigir el centro de Tánger de la misma institución.

Close Menu