Javier Rioyo
Un día feliz, ya no tendremos que soportar cada año esos papás tan contentos de que sus hijos sean profundos lectores, crean en la magia y pidan el libro en inglés para fardar en su masonería de seguidores del libro más vendido de la historia. Al menos de la historia reciente. Estará muy bien, pero no pude terminar el primer libro. Y me alegra que exista, que los jóvenes estén con un libro en las manos… ¡el mismo libro desde hace nueve años!
Yo creo que después de Potter podrían intentarlo con Alicia en el País de las Maravillas, tiene su magia. Incluso con algún libro de Verne, Stevenson y esos escritores que fueron capaces de hacer leer a varias generaciones. ¿Hay padres, hay mayores que puedan leer los libros del tal Potter? Los habrá, pero sin querer faltar, yo creo que les faltan otras lecturas.
Los jóvenes que leen a Potter, ¿qué deciden leer después? ¿Hay vida lectora después de Potter? Miles de páginas, esa saga, ¿no deja una herida lectora inolvidable?
Me alegro del fenómeno Potter en español. Ha permitido el crecimiento de una editorial que quiero tanto como "Salamandra", y que publica libros tan hermosos como esa novela de amor y posguerra llamado La risa del ogro, del mismo Pierre Péju que publicó aquí El librero Vollard. Lo siento pero hay tantos libros que no tengo tiempo para la saga del niño ese tan sensible y mágico.