Javier Rioyo
Podrían haber estado en las pandillas de su barrio, peleando con alguna banda, colgadas a los sms, en el botellón y pasando mucho del instituto o como se llame ahora. Son dos chicas de barrio, fueron, ahora son otra cosa y están más crecidas. Son amigas y residentes donde les apetece. Les van bien las cosas. Al menos las cosas profesionales, las que vemos, las que nos enseñan. Tienen muchos más parecidos en sus vidas paralelas aunque tengan dimensiones de popularidad y dinero muy diferentes. Las dos son de barrios madrileños, las dos podrían haber sido peluqueras o cualquier otro de los personajes de chica de barrio que han sabido interpretar. Son otra cosa muy diferente. Son dos chicas listas, guapas y con suerte. Y dos currantas. Mucho han trabajado, mucho siguen trabajando para estar en ese lado del mundo. A los dos las conocí de pequeñas, cuando salían de la adolescencia y no se sabía a dónde podrían llegar. Estoy hablando de Penélope Cruz y de Maribel Verdú. Nuestras dos chicas de Hollywood.
Hay otras, por ejemplo Ariadna Gil, que también es de barrio madrileño por la vía de su consorte, David Trueba, pero ahora quería hablar de estas dos chicas de barrio madrileño. Penélope -me cuenta un muy cercano amigo suyo y de Maribel, un personaje que es real aunque algunos piensen que es una ficción de Vila-Matas, Luis Alegre- está viviendo estos días como en una nube. No ganará el Oscar, tiene la más feroz competencia de los últimos años, pero esa chica de Alcobendas ya está instalada en lo más alto de la carrera en Hollywood. Me alegro que no haya sido por ningún director americano, por ningún famoso de esos que han sido sus amigos o sus novios, me alegra que haya sido Pedro Almodóvar, el castigado de el tramo final de los Oscar, no importa. Ahí está la demostración de lo que se puede hacer con una actriz, con una chica de barrio si la mirada y la dirección son de Almodóvar. Me apuesto una cena que también Pedro Almodóvar lo hará con el otro español rey de Hollywood, con Antonio Banderas. Algún día llegará a los Oscar por la vía Almodóvar. Yo creo que ya va teniendo las canas y las arrugas que Almodóvar deseaba.
Y la otra chica de barrio, “la Verdú”. Una institución que comenzó dando alegría visual a nuestra vista y nuestro oído. Sabe contar algunos de los mejores chistes verdes que haya podido oír. Gran actriz desde adolescente. Supo estar al lado de Victoria Abril -otra de barrio- y aguantar el tipo. Luego creció con muchos directores, Trueba, Franco y ahora Del Toro. Tiene Maribel frescura y verdad, tiene ese olfato de la chica que muy pronto quiso salir de su barrio, que muy pronto supo que había que dejar atrás muchas cosas y no olvidar casi ninguna. Dos madrileñas en Hollywood, no está mal la cosecha para una ciudad que cada día parece estar más peleada con los cines. Los cines se cierran y ellas se van a Hollywood. ¿Qué hacer? Pues nada, ver la gala de los Goya, después ver la de los Oscar y no estar jugando a las comparaciones. Está muy feo señalar.