Skip to main content
Blogs de autor

ALCOHOL Y FIESTAS

Por 26 de diciembre de 2006 Sin comentarios

Javier Rioyo

La felicitación que espero con más interés en estos días, sin despreciar otras originales u ocurrentes, es la que cada año envía Pachi, la dueña del bar “El Cock”, uno de nuestros más habituales e históricos refugios del paisaje nocturno madrileño. Es una curiosa colección de pequeños relatos, de selección de textos que tienen que ver con la bebida y el alcohol. Siempre ha sido Gonzalo Armero el encargado de la selección y la edición, un excelente diseñador y otras cosas que tuvo la mala idea de morir antes de tiempo. Sus hijos, Jacobo y Mario, son buenos continuadores de su obra y de su amor por las letras y las buenas barras.

Este año han elegido para esa colección para bibliófilos un texto de Jack London. Un fragmento de su muy curioso relato “John Barleycorn”. Una suerte de memorias alcohólicas que algunos reconocemos muy bien. El personaje de London sabe que no es dipsómano porque durante meses en el barco, en una solitaria navegación, se da cuenta de que no le hace falta beber. Que sólo cuando está en compañía tiene el deseo de beber. Asegura que nadie ha comenzado a beber sin que haya sido por el entorno social. Que la propensión por la bebida proviene de la necesidad de relación social. Que cuando piensa en alcohol piensa en gente. Y que cuando piensa en ciudades, también piensa en bares y bebidas. Y así hace un recorrido por las ciudades y sus bares. Por las bebidas de antaño.

Estaba leyendo en soledad ese relato y me alarmé. Lo estaba haciendo en casa, solo y, sin embargo, me estaba gustando saborear mientras leía mi copa de whisky. Me empecé a preocupar. Creo que después de estas fiestas tendré que dejar de beber si no estoy acompañado. Tendré que volver a unir el alcohol a las fiestas, a lo social y a la compañía en los bares. Tendré que renovar mis bares. Ya no se les puede pedir aquellas cualidades que tanto gustaban a Jaime Gil de Biedma. Intentaré buscar el texto de Jaime Gil.

profile avatar

Javier Rioyo

Javier Rioyo (Madrid, 1952) es licenciado en Ciencias de la Información. Periodista, escritor, director y guionista de cine, radio, televisión y dramáticos. Dirigió y presentó el programa semanal de libros Estravagario en TVE 2, con el que obtuvo el Premio Fomento a la Lectura 2005, concedido por la Federación del Gremio de Editores de España. También ha sido responsable de cultura y libros en el programa diario Hoy por hoy de la cadena SER. Es colaborador habitual de El País (escribe para el suplemento semanal Domingo) y de la revista Cinemanía. En televisión, Rioyo ha presentado el programa "El Faro" del canal Documanía y ha obtenido dos premios Ondas en Radio y uno en Televisión. Ha sido guionista de numerosos festivales de música para Canal+, así como de los premios Goya, y de diversos programas de radio y televisión. También coordinó los guiones para la serie Severo Ochoa. Ha dirigido y participado en cursos de Comunicación y Cultura en diversas universidades españolas. Formó parte del Comité Asesor de Alfaguara y ha sido jurado de festivales de cine y premios literarios en varias ocasiones. Es autor del libro Madrid: casas de lenocinio, holganza y malvivir (Espasa Calpe, Premio 1992 Libros sobre Madrid); y de La vida golfa (Aguilar, 2003). En 2005, con su productora Storm Comunicación, realizó la producción ejecutiva y el guión de Miracolo Spagnolo, un documental para la RAI sobre la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al gobierno y su primer año de legislatura. También dirigió y produjo Alivio de luto, un vídeo documental en el que entrevista a Joaquín Sabina; así como Un Quijote cinematográfico. En 1994 fundó la productora Cero en conducta, con José Luis López-Linares, con la que tuvo a su cargo el guión y la dirección de Alberti para caminantes (2003); y la producción ejecutiva y el guión del largometraje Un instante en la vida ajena (2003), que obtuvo el Premio Goya al mejor documental; así como de Tánger, esa vieja dama (2002). También ha codirigido con José Luis López-Linares el cortometraje Los Orvich: Un oficio del Siglo XX (1997), y los largometrajes Extranjeros de sí mismos (2001), nominado al mejor documental en la XVI edición de los Premios Goya; A propósito de Buñuel (2000); Lorca, así que pasen cien años (1998), nominado a los premios Emmy 1998; y Asaltar los cielos (1996), nominado a los premios Goya al Mejor Montaje, y ganador del Premio Especial Cine, de los Premios Ondas 1997.

En 2011 fue nombrado director del centro del Instituto Cervantes de Nueva York en sustitución de Eduardo Lago.​ Ocupó el cargo hasta septiembre de 2013, cuando fue sustituido por Ignacio Olmos.​ En 2014 fue nombrado responsable del centro del Instituto Cervantes en Lisboa.​ En febrero de 2019 deja el cargo y pasa a dirigir el centro de Tánger de la misma institución.

Close Menu