Félix de Azúa
Sus mensajes han sido tan intensos que han conmovido a este curtido escribidor. Incluso los que suelen insultar veo que han esmerado la sindéresis.
Este es el plan. Mantengo los artículos mensuales de El País y El Periódico, que no suelen chapotear en el pantano político a menos de que sea imprescindible. Sin embargo, para que no se aburran ustedes con tan sólo dos cambios al mes voy a ir colgando implacablemente cuanto se me pase por la cabeza en forma de tinta y papel, o aquello que tenga la obligación de escribir en eso que los músicos llaman "piezas de circunstancia". También es cierto que las hay "de pompa y circunstancia". No sé si alcanzaré a dar alguna de pompa. Ojalá.
Ya ven ustedes que estoy rozando los faralaes de la inmortal Lola cuando bramó aquello tan hermoso de "¡Si me queréis, irse!", sólo que al revés. Quedaros por aquí, camaradas, que aún hay gaseosa y altramuces para todos.