Skip to main content
Blogs de autor

El último que nos quedaba

Por 31 de diciembre de 2007 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Félix de Azúa

Cuando murió Ernst Jünger no sólo desapareció un escritor sino un modo de concebir la escritura. Aunque murió en 1998, con él se quebraba el último brote del siglo XIX. La muerte de Julien Gracq, hace pocos días, entierra la última pluma del siglo XX.

Puede parecer exagerado, pero no lo es. Téngase en cuenta que hacia 1970 la "literatura" aún era un club de poetas. Si alguien se refería al arte de escribir, todos entendían que hablaba de Rilke, de Eliot o de Machado. La novela sólo era "literaria" cuando se aproximaba a las intenciones de la poesía, como en el caso de Joyce, de Faulkner, de Benet o de Manganelli. La poesía ha desaparecido hace decenios; ahora le toca desaparecer a aquella novela que aún medía sus armas con la poesía.

Esta desaparición no es una muerte en el sentido escandaloso que a veces se le da, sino una exclusión del ámbito social, de las tertulias, de los usos cultos, de la vida en común. Jordi Llovet lo decía sobriamente en El País del pasado día 27: "La literatura tendrá un papel cada vez más pequeño en el terreno de la verdadera socialización". Era su homenaje al último literato vivo del siglo XX.

/upload/fotos/blogs_entradas/gracq_a_lo_largo....jpgLo más curioso de Julien Gracq, sin embargo, es que tampoco el respeto enorme que suscitaba entre los entendidos tuvo una consagración académica: sus libros no se ajustaban a lo que se espera de un escritor supremo. Las novelas eran oscuras y de poco fruto fuera de la tesis doctoral. El teatro, irrepresentable. Lo excelente eran unos cientos de fragmentos inconexos que en cinco líneas o dos páginas enunciaban juicios, recuerdos, reflexiones, exabruptos, historias, reunidos en libros con nombres tan opacos como "Letrinas", "Leyendo y escribiendo" o "A lo largo del camino" (Acantilado).

Lo que en un clásico habría sido obra menor era en Gracq obra mayor. Lo que antaño ni se habría publicado, era lo más relevante del arte de Gracq. Como si habiendo intuido el próximo fin de su cultura hubiera dejado tan sólo un manojo de epitafios irónicos, ruinas dispersas sobre las que reposa una figura acodada al cayado.

Artículo publicado en: El Periódico, 29 de diciembre de 2007.

profile avatar

Félix de Azúa

Félix de Azúa nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Ha publicado los libros de poemas Cepo para nutria, El velo en el rostro de Agamenón, Edgar en Stephane, Lengua de cal y Farra. Su poesía está reunida, hasta 2007, en Última sangre. Ha publicado las novelas Las lecciones de Jena, Las lecciones suspendidas, Ultima lección, Mansura, Historia de un idiota contada por él mismo, Diario de un hombre humillado (Premio Herralde), Cambio de bandera, Demasiadas preguntas y Momentos decisivos. Su obra ensayística es amplia: La paradoja del primitivo, El aprendizaje de la decepción, Venecia, Baudelaire y el artista de la vida moderna, Diccionario de las artes, Salidas de tono, Lecturas compulsivas, La invención de Caín, Cortocircuitos: imágenes mudas, Esplendor y nada y La pasión domesticada. Los libros recientes son Ovejas negras, Abierto a todas horasAutobiografía sin vida (Mondadori, 2010) y Autobiografía de papel (Mondadori, 2013)Una edición ampliada y corregida de La invención de Caín ha sido publicada por la editorial Debate en 2015; Génesis (Literatura Random House, 2015). Nuevas lecturas compulsivas (Círculo de Tiza, 2017), Volver la mirada, Ensayos sobre arte (Debate, 2019) y El arte del futuro. Ensayos sobre música (Debate, 2022) son sus últimos libros.  Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

Obras asociadas
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.