Skip to main content
Blogs de autor

Al cielo irán los de siempre

Por 24 de septiembre de 2007 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Félix de Azúa

Publicaba el jueves en este periódico el notario López Burniol un artículo en el que comentaba la creciente atracción por el separatismo que va seduciendo a las clases pudientes catalanas con las que él trata habitualmente. Como es lógico, aquí todos hablamos a ojo porque nadie está dispuesto a realizar estudios serios sobre el asunto. De modo que el notario aseguraba, de oídas, que "se ha producido ya una ruptura sentimental con España". Tiene razón, sin duda, pero es una ruptura muy rancia. La burguesía catalana siempre fue antiespañola. Franquista y antiespañola, aunque parezca raro. Todos aquellos catalanes que tenían cuentas corrientes, menos los directamente implicados en el Gobierno de la República (y no todos), se unieron a Franco. Lo que no impidió que luego se pasaran cuarenta años abominando de Franco e incrementando el patrimonio. Los 30 años que llevamos de nacionalismo democrático no han hecho sino seguir la senda tradicional de las clases dirigentes catalanas cambiando "Franco" por "España" o "el PP".

Dice también que "bastantes catalanes –ignoro cuántos– han emprendido un camino sin retorno hacia la independencia de Catalunya". Cierto: lo ignoramos y seguramente lo ignoraremos siempre porque nadie está dispuesto a averiguar de verdad cuántos son. De hecho, no importa. Lo esencial para dar ese paso es la creación de un núcleo potente de negocios. Si la clase dirigente lo aprueba, se producirá la independencia, la sigan 12.000 o siete millones de ciudadanos catalanes.

Su conclusión es: "¿Para qué esperar al 2014?". No puedo estar más de acuerdo. Cuanto antes acabemos con ese mito, mejor. Pero ya verá el señor notario que en cuanto lo plantee seriamente se le va a escapar por la ventana casi todo el que tenga algo que perder. Como antes. Como siempre. ¡Ojalá pudiéramos montar un referendo con garantías que acabara con tanta pérdida de tiempo y el inmenso despilfarro de talento y dinero que han supuesto 30 años de nacionalismo oficial! A lo mejor entonces Catalunya avanzaba un poco hacia el siglo XXI.

Artículo publicado en: El Periódico, 22 de septiembre de 2007.

profile avatar

Félix de Azúa

Félix de Azúa nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Ha publicado los libros de poemas Cepo para nutria, El velo en el rostro de Agamenón, Edgar en Stephane, Lengua de cal y Farra. Su poesía está reunida, hasta 2007, en Última sangre. Ha publicado las novelas Las lecciones de Jena, Las lecciones suspendidas, Ultima lección, Mansura, Historia de un idiota contada por él mismo, Diario de un hombre humillado (Premio Herralde), Cambio de bandera, Demasiadas preguntas y Momentos decisivos. Su obra ensayística es amplia: La paradoja del primitivo, El aprendizaje de la decepción, Venecia, Baudelaire y el artista de la vida moderna, Diccionario de las artes, Salidas de tono, Lecturas compulsivas, La invención de Caín, Cortocircuitos: imágenes mudas, Esplendor y nada y La pasión domesticada. Los libros recientes son Ovejas negras, Abierto a todas horasAutobiografía sin vida (Mondadori, 2010) y Autobiografía de papel (Mondadori, 2013)Una edición ampliada y corregida de La invención de Caín ha sido publicada por la editorial Debate en 2015; Génesis (Literatura Random House, 2015). Nuevas lecturas compulsivas (Círculo de Tiza, 2017), Volver la mirada, Ensayos sobre arte (Debate, 2019) y El arte del futuro. Ensayos sobre música (Debate, 2022) son sus últimos libros.  Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

Obras asociadas
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.