Queridos amigos: reventé.
Como he empalmado esta gira con la de mi novela anterior, llevo más de medio año sin dejar de viajar y contarles lo que veo en este blog. Pero hoy, mi cuerpo ha dicho basta.
El estómago fue lo primero en rebelarse. Comer todos los días en hoteles y restaurantes suena bien, hasta que lo haces durante dos meses. Entonces, llega un momento en que tu sistema digestivo se declara en huelga. Lo siguiente fue la garganta, como les conté la semana pasada. Pero ayer, mientras mi avión aterrizaba en Trujillo, algo dentro de mí estalló. Al principio, pensé que era el bloqueo de oídos normal. Pero duró todo el día. Y esta mañana, en el avión de regreso, se repitió.
El médico me explicó que la inflamación de garganta tuvo una especie de derivación traumática hacia el oído debido al cambio de presión del avión. Me recetó antiinflamatorios y analgésicos y me sugirió descanso.
-Imposible –le dije-. La semana que viene viajo a dos países más. Ya descansaré luego.
-¿Cuántos aviones va a tomar?
-Unos siete a lo largo de la semana.
-No va a llegar ni al tercero.
-¿Por qué? ¿Qué puede pasar?
-Sus oídos empezarán a sangrar y acabará perforándose el tímpano.
Ups.
-No entiendo. Nunca me había pasado esto. Fue sólo un avión. No duró ni una hora de vuelo.
-¿Fuma usted?
-Normalmente casi nada, pero en este viaje he tenido mucha presión.
-¿Tiene horarios de sueño regulares?
-Ni siquiera duermo en el mismo huso horario más de una semana.
-¿Trabaja mucho?
-¿Doce horas al día es mucho?
-¿Comidas? ¿Bebidas?
-No quiere usted saberlo.
-Ya. Entonces no es tan raro. Le informo que su organismo carece por entero de defensas. El problema no es que se va a quedar sordo, sino que se va a morir.
He tenido que cancelar mis viajes de las próximas semanas a Bolivia y Paraguay. Lo siento, amigos. Tengo una invitación a Santa Cruz en noviembre, y prometo que la aprovecharé para ponerme al día. Pero de momento, detendré todo el trabajo. También el blog. Ésta será mi última entrega del mes.
Prometo regresar el 1 de setiembre.
Si estoy vivo.