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Santas

Por 26 de enero de 2006 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

El Vaticano ha iniciado el proceso para canonizar a Melchorita Saravia del Perú. Bueno, se ha iniciado el proceso para considerarla “venerable”, que es algo así como sargento segundo de la santidad. Este proceso es más lento que la seguridad social. Para llegar a santa, la Melchorita puede formar cola durante 300 años como San Martín de Porres. Es verdad que a San José María Escrivá, fundador del Opus Dei, le tomó menos de treinta, pero es que él tenía mejores contactos.
El proceso de la Melchorita no será muy rápido, además, porque ella nunca hizo grandes aspavientos. Simplemente fue buena. Era una monjita que no se peleaba con nadie y trataba bien a la gente. Eso significa que se está mejorando el nivel de las santas peruanas, porque la anterior, Santa Rosa de Lima, patrona de América y las Filipinas, era una psicópata.
Es verdad: Santa Rosa se puso un cinturón de castidad con púas hacia adentro y tiró la llave en un pozo. Luego, amarró su cabellera a un clavo colgado de la pared para no quedarse dormida y poder rezar toda la noche. Cuando le dijeron que tenía las manos bonitas, se las quemó. Como una arribista del reino de los cielos, estaba dispuesta a todo con tal de ser Santa. Al final se salió con la suya. No tenía mucha competencia.
A mí la que me gusta es Sarita Colonia: Sarita era una inmigrante provinciana que trabajaba en la capital como empleada doméstica y pescadera. Sus milagros eran del tipo milagro barato para gente pobre: sacaba a los ladrones de la cárcel, hacía que llegase plata para pagar el alquiler y conseguía que el esposo canalla volviese al redil. Sus seguidores, que aún se aglomeran en su mausoleo, son sobre todo prostitutas, asaltantes y malvivientes de toda calaña. La cárcel del Callao lleva su nombre, y los reclusos se la tatúan en el pecho.
Sarita no tiene historia oficial. Cada quién le inventa la que le conviene. Las empleadas domésticas creen que murió por los maltratos de su patrona. Los ladrones dicen que la acusaron de un robo que no cometió. Las prostitutas aseguran que trataron de violarla, pero Dios le cerró el sexo.
Con esos antecedentes y esas malas juntas, está claro que la Iglesia católica nunca ha aceptado a Sarita y jamás la admitirá a trámite. Pero tú puedes pedirle un milagrito por Internet si haces clic aquí.

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