Skip to main content
Blogs de autor

Menos Europa

Por 7 de diciembre de 2005 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Tras cinco meses de silencio, el gobierno de Tony Blair ha formulado su propuesta de presupuesto europeo, que se puede resumir en dos palabras: menos presupuesto. Un 8% menos de dinero para los nuevos estados miembros, un recorte de 8.000 millones de euros en el cheque británico y una rebaja de las cuentas comunitarias. O sea, que los gobiernos gasten más en casa y menos en la Comunidad Europea.
Tradicionalmente, este tipo de propuestas inglesas recibía una rápida y contundente respuesta de Francia, escandalizada por la falta de conciencia social y el excesivo liberalismo de los ingleses. Pero Francia está callada. Y no es para menos. La cuna de la democracia moderna lleva una temporada de fracasos. Después de encumbrar al ultraderechista Le Pen a la segunda vuelta de las elecciones, sus ciudadanos rechazaron la Constitución Europea en un referéndum. Como cereza del pastel, la violencia callejera del último mes descubrió que su modelo de integración social está desintegrado. Francia no debatirá mucho en el plano internacional, porque ya tiene bastante con contener el previsible avance del Frente Nacional.
El modelo europeo surgió como una alternativa a los dos grandes sistemas del siglo XX. El estado del bienestar sumaba la libertad del capitalismo con la igualdad del socialismo, todo con éxito económico. Pero la disyuntiva ya no es la misma. De hecho, ni siquiera los términos políticos tradicionales corresponden con la realidad. Baste recordar que Blair –el que quiere recortar los subsidios, el que fue a la guerra- es un político “de izquierda” y su rival Chirac es “de derecha”. El problema ya no es ideológico sino doméstico: ¿de dónde va a salir el dinero para mantener el bienestar?
La competencia de las potencias emergentes como China, la alta edad de sus ciudadanos que cada vez cobran más y pagan menos a la seguridad social, los beneficios sociales que han creado trabajadores poco competitivos, están obligando a Europa a desmantelar sus sistemas de bienestar e igualdad. Para mantener sus economías, la Comunidad necesitará más inmigrantes y mayor flexibilidad laboral, y eso va a causar conflictos sociales. Intentar una integración europea cuando ni siquiera hay una integración efectiva en las calles de París podría terminar colapsando el sistema.
El gran modelo europeo, pues, ha ido más rápido en la teoría que en la práctica. De momento, a falta de un modelo claro de desarrollo, forzar una integración demasiado rápida de Europa puede ser el mejor modo de acabar con ella.

Close Menu