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Cristina Rivera Garza: del haiku al tuit

Por 10 de mayo de 2010 Sin comentarios

Edmundo Paz Soldán

El poeta mexicano Aurelio Asiain (@aasiain) ha escrito este tuit: "Sólo por prejuicio, también, consideramos alta literatura un haiku de Basho o una copla de Lorca y no tantos tuits que no lo son menos". Pienso en esto al leer los tuits de Cristina Rivera Garza (@criveragarza), una escritora que está señalando algunos de los caminos más interesantes para hacer literatura en Twitter.
   
Cristina usa tuits para desarrollar sus metacomentarios sobre la escritura en Twitter. Por un lado, los tuits pueden servir para leer otros géneros: "Podría verse de esta manera: un artículo son tres o cuatro tuits rodeados de texto". También: "un cuento es a veces un tuit dentro de contexto de otro tipo de muchas palabras". Así, Cristina pone en práctica algo que está en el principio de cualquier ecología mediática: un nuevo medio hace que los otros se desplacen, les cambia de posición. El cine nos ha permitido leer de otra manera al teatro, los emails nos permiten entender las cartas desde otra perspectiva.
   
Cristina acuña el concepto de "tuitnovela", y dice: "La tuitnovela es un TL escrito por personajes". Aquí, hay que entender el TL como "timeline", lo que aparece de manera vertical en la pantalla y va cambiando a medida que se registran nuevos tuits de aquellos a quienes seguimos. Es decir, la tuitnovela está escrita por varios autores de manera no intencional, pero habría siempre un responsable: el dueño del TL.
   
Cristina sugiere que en todo TL se puede encontrar un par de "secuencias narrativas escritas por ‘personajes’". También: "Como en cualquier TL, en la tuitnovela importa la manera en que un tuit se deja afectar/deformar por otro". La anécdota puede ser lineal en la narrativa tradicional, pero en la TL-novela, lo que de veras importa es "La producción plural de una estructura". La TL-novela es una versión contemporánea y experimental de la novela entendida por Bajtin: polifonías, yuxtaposiciones que dan como resultado textos "dialógico[s]/corálico[s]/ecóico[s]".
   
Una opción narrativa de Twitter, entonces, viene dada por el TL particular de cada usuario en Twitter. Pero también existen, y son más, los tuits emparentados con la poesía, en los que el límite de los 140 caracteres sirve para la escritura de un aforismo o un haiku. Cristina también los practica: "Alguna vez, dije: lo que pasa, que es el tiempo, pasa literalmente; ahora ya no sé"; "uno se entera de cada cosa en sueños"; "nada acontece realmente en otro lugar"; "En otras palabras: todo es otras palabras".
   
Se puede leer al italo-argentino Antonio Porchia y al francés Edmond Jàbes como poetas del Twitter avant-la-lettre. Pienso en algunos aforismos de Porchia: "un corazón grande se llena con poco"; "las dificultades también pasan como pasa todo, sin dificultad". De la misma manera, Jàbes: "una frase es pura cuando está sola"; "las palabras solo expresan su propia soledad"; "el filósofo nace con la filosofía; el pensador, con el pensamiento; el poeta, con el mundo".
   
Si los aforismos de Porchia y Jàbes pueden leerse también como tuits, se podría generalizar y decir: todo el género del aforismo podría verse como una versión pre-tecnológica de los tuits. Sin embargo, hay diferencias. La más importante tiene que ver con el medio: los tuits se hallan intrínsicamente relacionados con el universo digital, con la red. Uno puede hacerle un retuit a un tuit que le gusta, uno encuentra un tuit poético yuxtapuesto con otros que no tienen nada que ver con la poesía. El espacio de la escritura en Twitter es también una red de diálogo.
   
Cristina Rivera Garza ha escrito este tuit: "En realidad la literatura no importa; importa escribir". Darle importancia a la escritura es uno de los caminos más eficaces para hacer alta literatura. Y eso es lo que hace esta escritora mexicana en Twitter.  

(La Tercera, 10 de mayo 2010)

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Edmundo Paz Soldán

Edmundo Paz Soldán (Cochacamba, Bolivia, 1967) es escritor, profesor de literatura latinoamericana en la Universidad de Cornell y columnista en medios como El País, The New York Times o Time. Se convirtió en uno de los autores más representativos de la generación latinoamericana de los 90 conocida como McOndo gracias al éxito de Días de papel, su primera novela, con la que ganó el premio Erich Guttentag. Es autor de las novelas Río Fugitivo (1998), La materia del deseo (2001), Palacio quemado (2006), Los vivos y los muertos (2009), Norte (2011), Iris (2014) y Los días de la peste (2017); así como de varios libros de cuentos: Las máscaras de la nada (1990), Desapariciones (1994) y Amores imperfectos (1988).Sus obras han sido traducidas a ocho idiomas y ha recibido galardones tan prestigiosos como el Juan Rulfo de cuento (1997) o el Naciones de Novela de Bolivia (2002).

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